Monográficos sobre temas relacionados con la Iglesia y religión

En este Pliego queremos, en primer lugar, hacer un pequeño recorrido histórico para dar a conocer lo que ha significado su labor en la historia reciente de España y de la Iglesia española. En un segundo momento, recogemos los sueños, deseos y aspiraciones de la institución socio-caritativa ante los nuevos retos que nos plantea la realidad de la pobreza y, finalmente, presentamos los nuevos caminos que nos sugiere el papa Francisco para esta nueva etapa.

A lo largo de este tiempo de existencia, Cáritas ha pretendido ser una luz en medio de las oscuridades de la pobreza, en un mano a mano con la sociedad, ocupándose y cuidando de los que se quedan atrás. Una historia animada y motivada por la fe en el Dios de los pobres.

Cáritas surge después de la Guerra Civil española y en plena II Guerra Mundial a iniciativa del papa Pío XII que, a finales de 1941, urge a toda la Iglesia a “poner la técnica al servicio de la Caridad”.

Primeros estatutos

Como respuesta, la Conferencia de Metropolitanos –predecesora de la actual Conferencia Episcopal Española– decidió crear en 1942 el Secretariado Nacional de Caridad. Este celebró en 1947 su Asamblea Nacional, en la que se aprobaron los primeros estatutos de lo que hoy conocemos como Cáritas Española, que permitieron organizar de manera oficial la caridad de la Iglesia.

Ese mismo año, y ante la llegada a nuestro país de un gran número de víctimas de la guerra, Cáritas creó una sección internacional. Una de sus primeras iniciativas fue el envío en 1948 de tejidos, lanas y mantas a la Iglesia católica austríaca para atender a las víctimas de la guerra. Cáritas recibió también a más de 8.000 niños centroeuropeos que fueron acogidos por miles de familias españolas en sus casas.

En las peores catástrofes

Desde entonces, en su área de Cooperación Internacional, no ha dejado de prestar su ayuda humanitaria en las peores catástrofes registradas en los puntos más remotos del planeta: el genocidio de Ruanda (1994), el tsunami de Indonesia (2004), el terremoto de Haití (2010) o la crisis alimentaria en el Cuerno de África (2011). En la actualidad, Cáritas Española sostiene más de 60 proyectos en 40 países de África, América del Sur y Centroamérica, Asia, Europa del Este y Oriente Medio, que se centran en garantizar el derecho a la alimentación, el cuidado de la creación o la atención a emergencias, como la que está ocurriendo en Ucrania.

A mediados de los años 50, España fue recuperando poco a poco las relaciones internacionales y comenzó a cerrar acuerdos comerciales con otras naciones. Se produjo, además, un gran cambio social con la migración masiva, tanto del campo a la cuidad como la que se encauzó hacia una Europa que demandaba mano de obra para la recuperación económica tras la II Guerra Mundial. Las ciudades empezaron a generar suburbios sin los mínimos servicios imprescindibles, en los que se concentraban también dramáticas situaciones de pobreza.

Secretariados parroquiales

Ante este panorama, The National Catholic Welfare Conference (Cáritas norteamericana), de la mano del Gobierno de los Estados Unidos, ofreció a Cáritas en la primavera de 1954 su colaboración para facilitar leche en polvo a los niños de todas las diócesis españolas. Ese ofrecimiento, que luego se prolongaría hasta 1970, impulsó el desarrollo de los secretariados parroquiales.

“La distribución de la ayuda social americana fue un reto que Cáritas supo y pudo librar con éxito. Sirvió como ‘arma de organización’ porque las exigencias administrativas de la distribución de esta ayuda forzaron a una planificación nacional en favor de los necesitados”, subraya J. Sánchez Jiménez.

Intervención social

Durante los años 60, pese a los avances que supuso la apertura española al exterior y el proceso de desarrollo económico, España sigue teniendo una de las rentas per cápita más baja de Europa. En este nuevo escenario, Cáritas va a dar un salto cualitativo en su acción: de lo benéfico a la intervención social. Para ello, crea una sección de lo social, que comprendía los Servicios Sociales y Asistenciales de la Iglesia. En 1958, se inauguran las primera Escuelas de Asistentes Sociales de Cáritas. Varios años después, en 1964, el Consejo de Ministros reconoció la profesión de asistente social.

Por entonces, se crea el Plan de Comunicación Cristiana de Bienes (CCB), con el objetivo de convertir a Cáritas en un organismo eficiente de acción social y se celebra el Día Nacional de la Caridad para sensibilizar a toda la Iglesia y a la sociedad, una celebración que se ha mantenido hasta nuestros días.

Con el Plan CCB, Cáritas se planteó estudiar con rigor la problemática social de España y, así, realiza una primera medición de la estructura económica y social para sugerir al Estado y al resto de la sociedad posibles vías de solución ante los grandes problemas de la pobreza.

Informes FOESSA

Con el afán de conocer cada vez mejor la realidad social, se crea en 1965 la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios y Sociología Aplicada). Dos años después, el primer informe denuncia la existencia de siete millones de pobres en nuestro país, el 20% de la población nacional.

A lo largo de estos años, los diversos informes FOESSA no solo han marcado los hitos en el conocimiento de la situación social de España, sino que han permitido afinar las respuestas y acompañar de manera eficaz a los destinatarios de la acción de Cáritas. Estos Informes son referentes para muchas instituciones y de obligada consulta en la intervención social. (…)

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