(Jesús-Andrés Vicente Domingo– Parroquia de Santiago y Santa Águeda. Burgos) A caballo entre Pentecostés y la solemnidad de la Santísima Trinidad, el autor de estas páginas propone someter a la Iglesia al juicio del Espíritu para, con libertad y en fidelidad, identificar algunos de los desafíos que, a modo de interrogantes, se le presentan a nuestra bimilenaria institución en un siglo marcado por el secularismo religioso y una acentuada descristianización. Con apertura al futuro y coherencia con el pasado, a la luz del Vaticano II y su llamada a discernir los signos de los tiempos –tarea todavía pendiente y siempre por actualizar–, el Espíritu nos impele hoy a la renovación eclesial, para salir definitivamente de Babilonia y encaminarnos hacia Jerusalén.
Más información en el nº 2.709 de Vida Nueva (del 29 de mayo al 4 de junio de 2010).