Pliego
Portadilla del Pliego, nº 3.087
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Hermenéutica del fútbol como “religión del siglo XXI”

El filósofo británico Simon Critchley afirma en ‘En qué pensamos cuando pensamos en fútbol’ (Sexto Piso, 2018) que “el fútbol tiene que ver con muchas cuestiones”. Cuestiones que resultan, a la vez, “tan complejas, contradictorias y conflictivas”, según enumera, como: “La memoria, la historia, el territorio, la clase social, el género en toda su problemática de variantes –especialmente la masculinidad, pero también la feminidad–, la identidad familiar, la identidad tribal, la identidad nacional, la naturaleza grupal, tanto en lo que respecta a los grupos de jugadores como a los grupos de seguidores, y la relación, a menudo violenta pero en ocasiones pacífica y discretamente admirativa, que se establece entre nuestro propio grupo y otros grupos”. A lo que añade, también, su naturaleza religiosa. Porque, para Critchley, ser hincha, fan, seguidor de un club –como él lo es del Liverpool– o de una selección –Inglaterra, en su caso– es “un compromiso religioso”.

El fútbol, ya se sabe, es un deporte que atrapa multitudes. Y como el escritor, antropólogo y teólogo Manuel Mandianes sostiene “está presente en todas partes”. Al fin y al cabo, el fútbol es “vida y pasión de hombres y dioses”, reconstrucción contemporánea de la mitología clásica del aficionado frente al futbolista. (…)

Esa colectivización, ese sentido de pertenencia, esa solidaridad, que Critchley –siguiendo a Jean-Paul Sartre– llama “la naturaleza de grupo”, expande el fútbol. Lo conecta con la Iglesia, también un juego de equipo: “La acción o actividad libre –aquello que Sartre denomina praxis– del jugador individual se subordina al equipo, se integra en él a la vez que lo trasciende, de modo que la acción colectiva del grupo ampara el funcionamiento de la acción individual a través de su inmersión en la estructura organizativa del equipo”. (…)

El francés Christian Bromberger, reconocido antropólogo y amante del fútbol, cree también en el balompié como “visión del mundo y como ritual” que refleja a las sociedades contemporáneas. Aunque tiene claro dónde queda frente a la religión: “Es cierto que se han comparado los estadios con santuarios y que existe mucha afinidad entre la pasión por el fútbol y la religión. Hay, en efecto, un espacio consagrado (el césped), oficiantes (los jugadores), feligreses con una gestualidad codificada similar a la liturgia y toda una serie de actitudes mágico-religiosas. Creo, no obstante, que se diferencia de una religión por el hecho de que el fútbol no aporta ningún mensaje sobre la salvación”.

Índice del Pliego


1.- UNA METÁFORA DE LA VIDA Y DEL MUNDO

2.- EL FÚTBOL Y LA IGLESIA, DOS JUEGOS DE EQUIPOS

3.- ¿LA RELIGIÓN DEL SIGLO XXI?

4.- EPIFANÍA DEL FÚTBOL: EL GOL Y LA SALVACIÓN

5.- LOS ESTA-DIOS COMO TEMPLOS SAGRADOS

6.- UN EPÍLOGO EN EL PARAÍSO

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