La exhortación apostólica ‘Amoris laetitia’ (AL) está suponiendo una profunda conversión de la Iglesia universal. Su impacto desborda el campo de la familia. Su aplicación está requiriendo una transformación evangélica de pilares sustanciales de la pastoral y de nuestras actitudes cotidianas.
Los padres sinodales ya habían pedido en el primer Sínodo “un cambio radical”. La Iglesia comprendió que, para la evangelización en nuestro siglo XXI, ha sido necesario lo que el cardenal de Chicago, Blase Cupich, ha llamado “un cambio de paradigma, un nuevo espíritu, un nuevo enfoque” (O’Loughlin, 2018).
En realidad, la evangelización eclesial era necesaria en todo el cuerpo de la comunidad cristiana. ¿Qué mejor lugar para comenzarla que desde la familia, centro de la pastoral y camino de Iglesia? La familia es tan crucial en la Iglesia que cualquier cambio estructural de la pastoral es más profundo y extenso si se hace desde ella. Y así está siendo.
El papa Francisco ha unido profundamente todo el cuerpo de la Iglesia, muy especialmente ha integrado a una inmensa masa de católicos que se sentían desconectados, alejados o no escuchados. Y ha integrado a una gran mayoría de no creyentes que se sienten partícipes en el movimiento mundial por una cultura del corazón que revolucione cultural, económica, política, social y espiritualmente nuestro mundo. Y ‘La alegría del amor’ ha sido una de las principales palancas que está haciendo posible ese renovado movimiento de la humanidad tras los pasos de Jesús.
Examinar con mirada atenta, compasiva y esperanzada estos dos años de camino de AL es muy revelador. Por un lado, llama la atención la enorme acogida positiva de AL en la extensa amplitud de la Iglesia y, muy especialmente, cómo ha llegado a las periferias de la Iglesia. Por otro lado, pese a algunas resistencias muy minoritarias, AL está calando en las diócesis de todo el planeta, salvo algunas excepciones, con rapidez y profundidad. Hagamos examen del camino recorrido con ‘La alegría del amor’.
Índice del pliego
I. ‘AMORIS LAETITIA’, UN CAMBIO DE PARADIGMA AL MODO DE JESÚS
II. LA GENTE NO ESTÁ CONFUNDIDA POR ‘AMORIS LAETITIA’, SINO POR LAS NOTICIAS FALSAS QUE LA MANIPULAN
III. SIGUE LA ALEGRÍA DEL AMOR Y DARÁ MAYORES FRUTOS