JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | El lector católico siempre se ha quejado –y con razón– de la ausencia de buenas novelas que aborden la vivencia de la fe. El debate no es solo contemporáneo. J. L. López Aranguren lo remitía prácticamente al siglo XIX, mientras se preguntaba ya en 1955: “¿Por qué no hay novela religiosa en España?”. Carmen Laforet, Miguel Delibes o José Jiménez Lozano han escrito, sin embargo, títulos significativos. En los últimos veinte años, Gustavo Martín Garzo, Fanny Rubio, Eduardo Mendoza, Francisco González Ledesma y Álvaro Pombo, además de Jesús Sánchez Adalid y Pablo d’Ors, han publicado novelas entorno a qué significa ser católico.
¿Podemos hablar de Dios en la novela contemporánea española? [extracto]
Pliego publicado en el nº 2.861 de Vida Nueva. Del 7 al 13 de septiembre de 2013