(…) Quien dirige y sirve acepta su vocación de testigo. Sin modos victimistas y de asechanza ante las agresiones exteriores. Sin nostalgia del pasado ni temor al futuro, pero aceptando la realidad del presente, seguros de que Dios es el Señor del tiempo y de la historia. Con la audacia de la caridad, que llega allí donde se necesita la ayuda. A todos y en todo. Sin medida, ni precio, ni tiempo, ni lugar. Si ha de ser un testimonio creíble, que no lo sea tanto por la labor social realizada cuanto por la fidelidad al Evangelio y con la veracidad y coherencia que la conducta auténticamente evidencia. (…)
Cardenal Carlos Amigo Vallejo
(…) Durante la visita ‘ad limina’ del año 2014, el papa Francisco les decía a los obispos españoles: “A los obispos se les confía la tarea de hacer germinar estas semillas con el anuncio valiente y veraz del Evangelio, de cuidar con esmero su crecimiento con el ejemplo, la educación y la cercanía, de armonizarlas en el conjunto de la ‘viña del Señor’, de la que nadie puede quedar excluido. Por eso, queridos hermanos, no ahorréis esfuerzos para abrir nuevos caminos al Evangelio, que lleguen al corazón de todos”. Ellos nos estimulan y acompañan, desde la escucha y la cercanía. Se esfuerzan por conocer nuestras necesidades, las condiciones sociales en las que vivimos, se interesan por todos. Nos animan al apostolado asociado para anunciar el Evangelio y estar presentes en todo el entramado social (cf ChD 16 y 17). (…)
Eva Fernández Mateo
(…) Quien lidere la CEE debe ser también alguien al que le arda dentro el fuego de la “cultura del encuentro” de Francisco, nuevo nombre del “diálogo de la salvación” de Pablo VI. Un diálogo que tiene su fundamento y su culmen en la Encarnación del Hijo de Dios, lo cual llama a la Iglesia no solo a utilizarlo como método para evangelizar, sino a ser ella misma diálogo: diálogo de Dios con el ser humano y de este con Dios, y diálogo entre todos los hombres y mujeres, cuando buscan el bien, la verdad y la belleza, aunque sea balbuciente y deficientemente. La fe se hace continuamente cultura no excluyente, ni sectaria; no cultura de nacionalismo egoísta o de universalismo abstracto, sino favorecedora del encuentro entre personas de diversas tradiciones y extracciones sociales, asumiendo lo noble y justo de ellas y denunciando lo humanamente indigno. (…)
Julio L. Martínez
(…) La cultura del encuentro a la que nos incita permanentemente el papa Francisco se debe traducir, para el futuro ‘primus inter pares’ de la Iglesia española, en un liderazgo inteligente y moderno, con capacidad de llegar a las nuevas generaciones y de primar la cooperación sobre el conflicto; de modo que el poder, cuya desconcentración va a dar cabida a otros muchos interlocutores sociales, podrá vislumbrar a la Iglesia y a su jerarquía como un actor que contribuya positivamente y de acuerdo con el contexto social actual, sin que ello suponga traicionar ni renunciar a sus principios, valores y convicciones. (…)
Jesús Avezuela Cárcel
(…) El nuevo máximo dirigente de la CEE no puede ser, por ejemplo, quien acusa a una víctima de abusos y agresiones sexuales de ser responsable del infarto aciago de un obispo. No puede ser quien juega con estadísticas tramposas e irreales por desconocidas, para justificar que estos delitos no ocurren ni ocurrieron en la Iglesia española más que en casos contados, intentando así minimizar la responsabilidad contraída. (…)
Juan Cuatrecasas Asua
(…) Una presidencia con capacidad de escuchar, dialogar, convocar y promover procesos con el Pueblo de Dios y con otras instituciones (de carácter socioambiental, económico, político…), donde la Iglesia pueda ser luz y esperanza, y tienda puentes en una sociedad cada vez más polarizada. (…)
Gonzalo Ruiz
(…) Que el futuro presidente de los obispos sepa liderar en España la invitación de Francisco a ser “una Iglesia pobre para los pobres” y a poner en valor ese servicio organizado de la caridad que se desarrolla a través de Cáritas. (…)
Manuel Bretón Romero
(…) Que el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que se va a elegir dentro de poco sea un artífice de comunión; que favorezca e impulse la sintonía y el apoyo mutuo entre los pastores y los fieles, entre la vida religiosa y el conjunto de la Iglesia, entre los cristianos comprometidos y los alejados… (…)
José María Alvira
Que sea un presidente que ve en el papa Francisco un auténtico guía y pastor, y que secunde sus iniciativas sin refugiarse en tiempos de catacumbas. (…)
Mariña Ríos
(…) Que la Conferencia Episcopal no actúe solo en su nombre, y ni siquiera en nombre de los obispos, sino en nombre de la Iglesia católica, en todos los temas que preocupan, en primer lugar a los católicos, y en segundo lugar, a los demás ciudadanos. (…)
Yago de la Cierva
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Índice del Pliego
- Comunión y corresponsabilidad, por Carlos Amigo Vallejo, cardenal arzobispo emérito de Sevilla
- Obispos que sostengan e impulsen a sus fieles, por Eva Fernández Mateo, presidenta de Acción Católica General
- Diálogo y encuentro, por Julio L. Martínez, SJ, rector de la Universidad Pontificia Comillas
- Liderazgo y ejemplaridad, por Jesús Avezuela Cárcel, director general de la Fundación VI
- Un patrón con rumbo, por Juan Cuatrecasas Asua, presidente de ANIR Asociación Infancia Robada
- Una presidencia que…, por Gonzalo Ruiz, presidente de la HOAC
- Líder de una Iglesia pobre, por Manuel Bretón Romero, presidente de Cáritas Española
- Animar y orientar, por José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas
- Sugerencias para el futuro presidente, por Mariña Ríos, presidenta de CONFER
- Mi carta a los Reyes Magos, por Yago de la Cierva, profesor de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz