FRAN OTERO | No fue 2012 un año de grandes acontecimientos como lo habían sido 2010 o 2011, con las visitas del Papa a España, la Jornada Mundial de la Juventud, las catástrofes de Haití y Japón o la primavera árabe. No, 2012 ha sido un año monocorde en el que la crisis económica, omnipresente para desgracia de muchos, ha marcado la realidad social, lo mismo que la eclesial. Y es que la Iglesia se ha volcado con los más afectados por la situación. Una dedicación solo equiparable a la reflexión que durante todo el año ha mantenido en torno a la nueva evangelización, reflexión que se completó con el Sínodo de Obispos ad hoc. Un año con pocos sobresaltos, pero con muchos sufrimientos, más retos y alguna esperanza. Un año para olvidar, dirán unos, un año para salir adelante. Sucedió en 2012.
Doce imágenes para recordar 2012 [extracto]
Pliego íntegro, publicado en el nº 2.829 de Vida Nueva. Del 22 de diciembre de 2012 al 4 de enero de 2013
