Perfiles biográficos y espirituales de Juan XXIII y Juan Pablo II
PEDRO ALIAGA ASENSIO, padre trinitario e historiador. | La primera comunidad cristiana nos ha transmitido la noticia y la alerta de que Cristo lloró de pena por la incapacidad de reconocer el tiempo de la visita de Dios (Lucas 19, 44).
Palabras inquietantes, llanto del Esposo que debería estremecer las entrañas de la Iglesia de toda época, haciéndola velar, bien pertrechada de aceite en las lámparas y de vigilancia en las atalayas de la historia, siempre alerta para buscar la presencia del Dios que vino, que viene y que vendrá.
La canonización de Juan XXIII y de Juan Pablo II no es “una más”. El papa Francisco reconoce dos visitas de Dios a nuestra historia más reciente.
Es una parábola de lo que el nuevo Papa se trae entre manos: tomando nota de lo que sus dos santos predecesores aportaron a la Iglesia, y actuando en su responsabilidad de papa, Francisco enjuaga las lágrimas de Cristo. Así, está renovando la fe de sus discípulos y dando una señal de esperanza al mundo.
Memoria y visiones para la canonización de dos papas [ver extracto]
Pliego íntegro en el nº 2.891 de Vida Nueva. Del 26 de abril al 2 de mayo de 2014