Una novela de Enrique Vila Matas (Seix Barral, 2010). La recensión es de Juan Carlos Rodríguez.
Dublinesca
Autor: Enrique Vila-Matas
Editorial: Seix Barral
Ciudad: Barcelona
Páginas: 328
(Juan Carlos Rodríguez) Regresa Vila-Matas. Y da un “salto inglés” para renovarse. Sigue siendo un autor metaliterario, a dos aguas, entre la narración y el ensayo. Pero en Dublinesca cambia el punto de vista del escritor por el de Samuel Riba, el editor jubilado y fin de raza que protagoniza su nueva obra. Hay quien ha querido ver en él a Jorge Herralde, el editor abandonado –Vila-Matas dejó Anagrama y, con esta novela, se estrena en Seix Barral–, pero no es así, al menos completamente.
Riba es el resumen de muchos editores e incluso encarna registros autobiográficos. Es sólo una justificación o un parapeto para adentrarse en el destino de la edición y la literatura contemporánea, simbolizado en un viaje a Dublín en el que el protagonista, acompañado de varios escritores, acude al Bloomsday en honor de James Joyce para oficiar un funeral por la era de la imprenta. Y con él acuden las preocupaciones que al lector, autor y editor le salen al paso en el trance de la era Gutemberg a la era Google. Extraordinario, de nuevo. Otra vez.
En el nº 2.701 de Vida Nueva.