Un libro de Germán Martínez (Sígueme, 2009). La recensión es de Carlos Martínez Oliveras.
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Los sacramentos, signos de libertad
Autor: Germán Martínez
Editorial: Sígueme
Ciudad: Salamanca
Páginas: 384
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(Carlos Martínez Oliveras, cmf) La intrínseca dimensión simbólica del hombre hace de los sacramentos un tema siempre actual. El proceso de descristianización ha alterado esta raíz antropológica, lo que lo convierte en un reto prioritario. Cuando la cultura secularizada se muestra opaca al misterio trascendente de Dios, urge reactivar la capacidad simbólica y celebrativa del homo sacramentalis. Además, el sacramento se presenta como centro del culto de la Iglesia. Esto significa que no somos los hombres los que hacemos algo, sino que es Dios el que se anticipa y sale a nuestro encuentro, nos mira y nos pone en camino hacia Él. Y lo hace de modo singular, casi sublime: Dios nos toca por medio de realidades materiales, a través de dones de la creación, que toma a su servicio convirtiéndolos en instrumento del encuentro con Él.
Manteniendo fija sobre los sacramentos la categoría de “signos”, la teología ha complementado la definición añadiendo ciertas dimensiones específicas: de la gracia, de la presencia, de la cercanía, del encuentro… Este libro nos introduce en una nueva categoría: signos de libertad. El concepto “talismán” de libertad, tan propio de la cultura de la modernidad, se ha visto por su causa aislado del sentido de solidaridad por la pérdida de valores morales y el declive en ella del sentido del misterio de Dios en el mundo. Ésta es una preocupación que el autor refleja a lo largo de toda la obra. No obstante, esta libertad se erige en un valioso marco desde el que afrontar la realidad sacramental hoy, presentando los sacramentos como realidades liberadoras y transformantes del creyente en un mundo globalizado y vertiginoso.
El volumen realiza una síntesis certera y condensada de la teología sacramental, aportando en ocasiones perspectivas ecuménicas, sobre todo orientales. Al mismo tiempo, ofrece claves para la renovación de la teología y la pastoral sacramental, especialmente centradas en el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos desde ese paradigma catecumenal al que se remite transversalmente. Señalando los temas nucleares teológicos de cada sacramento, no elude afrontar con serenidad y fidelidad temas sensibles como la edad para recibir la Confirmación, las celebraciones penitenciales con absolución general o la pastoral de los divorciados vueltos a casar. Traducido del inglés, al investigador también le aporta una rica bibliografía madurada en el ámbito anglosajón norteamericano, donde el autor ha desarrollado gran parte de su actividad docente. Estructurado en dos partes, la primera aborda un pequeño tratado de los conceptos fundamentales de la sacramentalidad (in genere), que concluye con un capítulo sobre la espiritualidad sacramental; para pasar después a analizar cada sacramento desde el marco de comprensión ya habitual de iniciación (Bautismo, Confirmación y Eucaristía), curación (Reconciliación y Unción) y comunión (Orden y Matrimonio).
La actualidad contempla la necesidad de renovar el imaginario sacramental católico tradicional para superar el vacío entre la celebración y la experiencia personal de fe en las encrucijadas de la vida moderna. Desde este planteamiento, el volumen aporta una buena síntesis que, bajo claves teológicas y eclesiológicas fundamentales, ofrece perspectivas litúrgicas y espirituales para afrontar una renovación de las celebraciones sacramentales y de sus consecuencias vitales en la comunidad cristiana y en la sociedad. El redescubrimiento del sentido de misterio y su pedagogía (mystagogía), la recuperación del lenguaje simbólico-patrístico, el anclaje cristológico en las acciones proféticas de Jesús y la fidelidad litúrgico-eclesial harán que se camine en la buena dirección.
En el nº 2.711 de Vida Nueva.
