Una novela de Herta Müller (Siruela, 2010). La recensión es de Juan Carlos Rodríguez.
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Todo lo que tengo lo llevo conmigo
Autora: Herta Müller
Editorial: Siruela
Ciudad: Madrid
Páginas: 272
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(Juan Carlos Rodríguez) Está claro que el Nobel supone, en muchos casos, ante todo visibilidad. Y en el caso de Herta Müller (Nitzkydorf, 1953), descendiente de la comunidad germánica asentada en Rumanía, más aún. Pese a que en España se habían publicado su impactante novela El hombre es un gran faisán en el mundo o sus relatos de En tierras bajas, es evidente que el gran público tan sólo ha vuelto sus ojos hacia ella con el rutilante galardón. De algún modo, sin embargo, su literatura nunca dejará de ser minoritaria, porque encierra angustia literaria, experiencia colectiva y compromiso con la historia. Es decir, una apuesta que excede con mucho la trivialidad de la novela de ocio reinante.
Quizá ninguna obra como Todo lo que tengo lo llevo conmigo para mostrar la gran literatura de Müller, que aquí consigue transformar la brutal experiencia individual de su protagonista, inspirado en el poeta Oskar Pastior, en testimonio de un pueblo: la represión que sufrió la minoría alemana en Rumanía a manos de la Rusia de Stalin.
En el nº 2.712 de Vida Nueva.
