Una novela de Fred Vargas (Siruela, 2010). La recensión es de Juan Carlos Rodríguez.
Un lugar incierto
Autor: Fred Vargas
Editorial: Siruela
Ciudad: Madrid
Páginas: 352
(Juan Carlos Rodríguez) En el panorama cada vez más inabarcable –e irregular– de la novela negra, la presencia de Fred Vargas (París, 1957) sigue siendo un acontecimiento. Y no ahora, cuando su prosa precisa de metáforas y sus personajes marcadamente líricos se han abierto por fin camino entre los lectores. Sino ya hace años, desde que publicó su Hombre del revés, la primera cita con su Comisario Adamsberg: contradictorio, intuitivo, enamorado, amante del lado literario de las cosas y, por supuesto, de los casos.
Y aquí, en Un lugar incierto, ya unas cuantas novelas después, Adamsberg y su inseparable Danglard siguen sorprendiendo con una obra que, como Huye rápido, vete lejos o La tercera virgen, son fábulas que van “del hilo tenue al razonamiento improbable”, es decir, más fabulosas que realistas, pero que siempre se rematan en una confluencia de ironía, ternura, admiración. Del cementerio de Highgate Londres a un chalet a las afueras de París, pasado por un pequeño pueblo en Serbia, Fred Vargas le da una vuelta sardónica y tenebrosa a la literatura vampírica, aunque Adamsberg se verá en esta novela obligado a combatir sus propios miedos, incluidos los paternales.
En el nº 2.698 de Vida Nueva