(Juan Andrés Martín / Tomás Gil– Párrocos de El Campo de Peñaranda, Salamanca) El 26 de febrero de 2010, la sorpresa y alegría llegaron a El Campo de Peñaranda (Diócesis de Salamanca). Los párrocos de la comunidad dimos a conocer el hallazgo de una tabla inédita del pintor Fernando Gallego. Pertenece a su período más creativo (1480-1490), en el que realizó, por ejemplo, las tablas de Arcenillas para la Catedral de Zamora; las de la Catedral de Ciudad Rodrigo, hoy en día en Tucson (Arizona); y la bóveda de la Universidad de Salamanca (el famoso Cielo de Salamanca). También pintó la tabla de la Coronación de la Virgen para el pueblo cercano de Villaflores.
Tras el descubrimiento nos pusimos en contacto con especialistas de la Fundación Las Edades del Hombre. Su secretario general, José Ramos Domingo, profesor de Arte de la Universidad Pontificia de Salamanca, y el responsable de restauración, José Ángel Fernández de Larrea, confirmaron la autoría. Sólo se conservaban dos tablas de El Campo, la Natividad y la Flagelación, actualmente en el Museo Diocesano. Ahora ya podemos decir que hay tres.
Fernando Gallego sigue el estilo de los pintores del norte de Europa, llamado Hispano-flamenco, siendo Dirk Bouts el pintor que más influyó en su obra. Hay características de Gallego que se aprecian en esta tabla: los edificios del fondo, que representan la ciudad de Jerusalén; la figura estilizada de Cristo y la manera de describir su rostro; los soldados afeados; el manto rojo que cubre al Resucitado…
Forma y contenido
Pero si esta obra es significativa por su autor y su forma de pintar, no lo es menos por su contenido. La parroquia de El Campo acoge este descubrimiento, comenzada ya la Cuaresma, como un regalo anticipado de la Pascua del Señor. Se admira ante esta representación.
La imagen de Jesús está de pie y despierta, sobre la piedra del sepulcro, frente a los soldados, que están tumbados y dormidos a su alrededor. Su belleza contrasta con la fealdad de los soldados, vestidos al modo del siglo XV. Jesús es amenazado a ambos lados por las armas de los soldados. El Resucitado participa en una batalla frente a la muerte, de la que sale victorioso: “¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?… Pero ¡gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por nuestro Señor Jesucristo!” (1 Cor 15, 55. 57). Sus armas no son las de este mundo, sino que lleva el estandarte de la cruz y muestra las heridas de sus manos, pies y costado (cf. Lc 24, 40; Jn 20, 20). Un manto rojo cubre su cuerpo, símbolo de que “es el Señor para gloria de Dios Padre” (cf. Flp 2, 9 ss). Por detrás está el himno que canta la Iglesia el Domingo de Resurrección, el llamado Victimae Paschali: “Lucharon vida y muerte en singular batalla y muerto el que es la vida, triunfante se levanta”. El cielo luminoso y las tres mujeres que aparecen en el fondo nos dicen que estamos en el amanecer del primer día de la semana, el Domingo.
Además del entusiasmo de todo el pueblo por este descubrimiento, ya que se trata de una enorme contribución al mundo del arte y la cultura, supone una extraordinaria aportación para la fe de toda la comunidad parroquial, que guardaba la pintura bajo el polvo de los siglos sin saberlo.
El camino de la comunidad parroquial de El Campo, con sus alegrías y tristezas, sus gozos y esperanzas, en medio del mundo rural, en más de quinientos años, se ha visto alentado nuevamente por el Espíritu de Jesucristo resucitado. La tabla de Gallego es una parábola de su vida escondida, pequeña y humilde, que acoge el amor vivo de Cristo resucitado en cada Eucaristía del Domingo y lo entrega a los demás. En lo oculto de su servicio gratuito, sin buscar el reconocimiento de este mundo, se siente enviada por el Señor a los pobres y a los hermanos, para inaugurar una humanidad y tierra nueva. Espera que algún día volverá el Señor para realizar el descubrimiento más deseado por todos, quitando totalmente lo que oculta su belleza, verdad y bondad.
El próximo 21 de marzo, a las 18:00h. de la tarde, dentro de las reuniones mensuales del grupo Fe y Arte del Arciprestazgo, en los salones de las Jesuitinas de Peñaranda de Bracamonte, se proyectará un audiovisual que ayudará a descubrir más aún esta obra.
A Jesucristo resucitado, la gratitud, la gloria y la alabanza por los siglos, de los sacerdotes y de la comunidad parroquial de El Campo de Peñaranda.
En el nº 2.699 de Vida Nueva.