50 años de las Jornadas de PJV: lanzados a todos los jóvenes

Portada SomosCONFER_Nº 34

El 11 de octubre de 1962, Juan XXIII abría el Concilio Vaticano II con esta afirmación: “La sustancia de la antigua doctrina del depósito de la fe es una cosa, y la manera en que esta se presenta es otra”. Una llamada a la apertura, a la renovación y a los signos de los tiempos frente a los “profetas de calamidades”.



Hoy, 60 años después, leemos este legado conciliar como un impulso a nuestro acompañamiento a los jóvenes, a todos, a los que
–como recuerda el  papa Francisco en Evangelii gaudium– están, a los que se fueron y a los que nunca estuvieron. Porque una Pastoral Juvenil Vocacional (PJV) solo será integral si se pone el acento en cada joven.

Justo 60 años después de las palabras del papa Roncalli, Francisco invitaba a redescubrir el Concilio  como la oportunidad de “dar la primacía a Dios, a lo esencial, a una Iglesia que esté loca de amor por su Señor y por todos los hombres que Él ama, a una Iglesia que sea rica de Jesús y pobre de medios, a una Iglesia que sea libre y liberadora”. Y esa Iglesia loca de amor por su Señor es la Iglesia que queremos ser.

Una Iglesia siempre nueva

Por eso, estas 50ª Jornadas de PJV llevan como lema Lanzándome hacia lo que está por delante (Filipenses 3, 13). Pues, como Vida Religiosa, queremos ser más lanzados y valientes en nuestra pastoral a la luz de los signos de los tiempos, que nunca pueden confundirse con modas pasajeras; pero los jóvenes, que son el ahora de Dios, reclaman una Iglesia joven, una Iglesia siempre nueva.

Toda renovación parte de la escucha. Por ello, durante las Jornadas de PJV contaremos con la voz de ellos, principales protagonistas de nuestra pastoral, al igual que hemos hecho en este número de SomosCONFER, cediéndoles la voz para, tras dar espacio al apostolado de la oreja, seguir caminando.

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