El Santo Padre, en la Carta a los Jóvenes de enero de este mismo año, afirmaba que en Cracovia reconoció a una juventud que “no soporta la injusticia y no puede doblegarse a la cultura del descarte, ni ceder ante la globalización de la indiferencia”. Ahora estamos ya en camino del Sínodo que Francisco convocó, unos meses antes, para debatir sobre “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, que se celebrará en octubre de 2018.
El objetivo es que la Iglesia conozca mejor a los jóvenes y les ayude a reconocer su vocación en la vida a través de una acción pastoral adaptada a los tiempos, “para que reconozcan y acojan la llamada al amor y a la vida en plenitud, y también pedir a los mismos jóvenes que la ayuden a identificar las modalidades más eficaces para anunciar la Buena Noticia”.
Con el fin de preparar el camino y abrir un cauce a las voces de los jóvenes, la secretaría general del Sínodo presentó un cuestionario digital a jóvenes de todo el mundo, cuyas respuestas ya han sido recogidas para hacerlas llegar al Vaticano. Esta encuesta servirá para recopilar datos que sirvan de base de los trabajos de preparación del Sínodo y las respuestas servirán para la redacción del Instrumentum laboris, punto de referencia para la discusión de los Padres sinodales en 2018.
Desde CONFER, queremos acompañar este acontecimiento eclesial que supone una oportunidad de crecimiento de Iglesia y embellece la comunión eclesial con la pluralidad de carismas ofrecidos a los jóvenes. Así, el Área de Pastoral Juvenil Vocacional, con el apoyo de su Equipo de Reflexión, ha trabajado en el texto fruto de las aportaciones de los institutos sobre el cuestionario para los jóvenes, y ha decidido dedicar a la preparación del Sínodo la jornada anual de PJV que se celebra los días 13, 14 y 15 de este mes de octubre con el título “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. En camino hacia el Sínodo 2018”.
Además, también en la XXIV Asamblea General de la CONFER (13, 14 y 15 de noviembre) queremos mirar hacia los jóvenes. El lema elegido –“Y se puso a caminar con ellos” (Lc. 24,15). La Vida Consagrada ante el Sínodo sobre los jóvenes”– nos sitúa en una reflexión que creemos necesaria y fecunda: cómo pueden los superiores mayores acoger el Sínodo como una ocasión para escuchar, descubrir y proponer a los jóvenes caminos de Evangelio.
La pastoral vocacional, tal y como la entendemos, no es solamente una necesidad para los institutos. Es, por encima de todo, una responsabilidad de todos los miembros de la Iglesia para con el bien común.