¿Podrá traer la crisis algo bueno?

Jesús Sánchez Adalid(Jesús Sánchez Adalid– Sacerdote y escritor)

“En estas delicadas situaciones, el pensamiento humano florece y generalmente se ponen en marcha grandes dosis de imaginación y de creatividad”

Si uno echa la vista hacia atrás, se encontrará con que cada generación estuvo convencida de ser la cima de la historia. ¿Qué acontecimiento fue más decisivo para el mundo, ¿el Imperio Romano o su caída?, ¿el reinado de Carlos V o el descubrimiento de América?, ¿la batalla de Waterloo o la disolución de la URSS?…

Las crisis de las sociedades humanas son momentos concluyentes en los que entran en juego diversos factores de gran interés: los temores colectivos, el afianzamiento de algunas tradiciones, el menoscabo definitivo de otras, la decadencia de viejos usos y maneras de pensar, el declinar de las instituciones, el resurgir de muchas preguntas transcendentales…

En estas delicadas situaciones, el pensamiento humano florece y generalmente se ponen en marcha grandes dosis de imaginación y de creatividad. Aunque suene duro decirlo, es en los momentos de aprieto cuando verdaderamente afloran con especial fuerza los anhelos más profundos del hombre.

Algunos piensan que las crisis en realidad no existen. De un modo u otro, todas las épocas han creído vivir su crisis particular.

A través de la historia se ha dicho constantemente aquello de que vivimos en crisis. Y los sueños de la humanidad de buena voluntad, gracias a Dios, siguen ahí: ¿terminarán algún día las guerras?, ¿hasta dónde llegará la ciencia?, ¿alcanzaremos un mundo solidario y en paz?, ¿vamos por fin hacia la concienciación del mundo rico con respecto a las necesidades del mundo pobre?…

Lo que ahora no somos capaces de ver, a buen seguro se está gestando y en su momento saldrá a la luz.

En el nº 2.696 de Vida Nueva.

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