Al asumir en Osorno el obispo Juan Barros enfrentó el rechazo de sus fieles prolongado hasta la visita del Papa Francisco en la que opacó su impacto. Su historia como discípulo de Fernando Karadima, en la parroquia de El Bosque, lo señala como testigo de sus abusos y encubriéndolos.
El obispo de Osorno, en Chile, Juan Barros ha estado en el ojo del huracán salpicando a muchos en su entorno, incluso al Papa Francisco durante su visita al país. En tres sucesivos capítulos, Vida Nueva ofrece una visión de conjunto de los hechos que ocasionan las denuncias a este obispo y sus efectos.
El Obispo de Rancagua, Alejandro Goic, expresó que “gente que conozco, de mucha fe, que me ha dicho que este apoyo tan grande a monseñor Barros les provocó una gran pena”
Según su opinión, el obispo Barros “debió haberse restado, por prudencia evangélica y por prudencia pastoral…”, durante la visita del Papa a Chile
El líder del movimiento “Fieles cristianos” que apoya al obispo Barros en Osorno expresa su adhesión a la autoridad eclesiástica y denuncia intención política en quienes acusan a su obispo
Arzobispo Scicluna se recupera de su operación y es reemplazado por el sacerdote Jordi Bertomeu.
Tres obispos han presentado testimonio, como también las víctimas de Karadima y dirigentes del movimiento de laicos con tres sacerdotes de Osorno.
El obispo emérito Juan Luis Ysern, defensor del denunciado obispo Marco Órdenes, relata su experiencia en el proceso judicial, mientras está a la espera de conocer el fallo eclesiástico.
Aunque primero se programó vía Skype, ahora ha sido confirmada que tendrá lugar en Nueva York. La difusión de una carta entregada al Papa en 2015 podría estar precipitando los hechos.