Cometidos entre los años 50 y 80, la comunidad muestra en un comunicado su “vergüenza y profunda tristeza”
“Estamos convencidos de que sacando a la luz estos actos, contribuiremos, ayudados por personas externas a la comunidad, a proteger de manera eficaz a quienes nos dan su confianza viniendo a Taizé”
Un informe anual elaborado por la Conferencia Episcopal recoge 1.455 casos denunciados por 1.385 adultos
El cardenal DiNardo agradece el valor de las víctimas porque, gracias a ellas, “la asistencia y protección a los niños son ahora elementos centrales de la Iglesia”