Philip Wilson, que renunció al cargo de arzobispo de Adelaida al ser condenado, es el más alto representante de la Iglesia que recibe una pena por este delito
La Conferencia Episcopal agradece a las víctimas que denuncien al contribuir así a que “aprendamos la lección de nuestra vergonzosa historia de abusos”
El encargo del arzobispo Scicluna quedó a cargo de tres mujeres que, junto a dos sacerdotes, prolongan la escucha de denuncias con sede en la Nunciatura