La diócesis de Huesca tiene su sede en la Catedral de la Transfiguración del Señor en Huesca, y es sufragánea de la archidiócesis de Zaragoza. El territorio de la diócesis abarca la parte central-sur de la provincia de Huesca, sin llegar a los Pirineos, alrededor de la ciudad de Huesca.
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De esta manera, tal como ha subrayado el Obispado, “se pone fin a una controversia jurídica que nunca debería haberse iniciado”
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La diócesis de Huesca tiene su sede en la Catedral de la Transfiguración del Señor en Huesca, y es sufragánea de la archidiócesis de Zaragoza. El territorio de la diócesis abarca la parte central-sur de la provincia de Huesca, sin llegar a los Pirineos, alrededor de la ciudad de Huesca. Cuenta con unos 4728 km² y algo más de 80.000 habitantes, la mitad de ellos en la capital.
El espacio actual del territorio de la diócesis se corresponde con ciudades, pueblos y aldeas que pertenecen en parte de las comarcas de Aragón de Alto Gállego, Sobrarbe, Hoya de Huesca, Somontano de Barbastro y Los Monegros.
La tradición sostiene que el cristianismo llegó a tierras oscenses en el siglo I con la predicación del Apóstol Santiago el Mayor y de San Pablo. La diócesis se gloria de ser la cuna de San Orencio y Santa Paciencia, padres de San Lorenzo, diácono y mártir. San Lorenzo es el santo patrón principal de la Diócesis de Huesca.
En sede vacante, desde que Julián Ruiz Martorell fue nombrado obispo de Sigüenza-Guadalajara.