Con una larga y rica historia que se remonta a principios del siglo IV, la diócesis de Málaga comprende el arciprestazgo de Melilla y alberga 251 parroquias.
La Diócesis de Málaga tiene su origen a principios del siglo IV, como se constata en el Concilio celebrado en Ilíberis (Elvira), ciudad de la Bética, situada cerca de la actual Granada, poco después del año 300. En sus actas aparecen la firma de Patricio (San Patricio), Obispo de Málaga.
Tras la toma de Granada en 1492, se hizo una nueva estructuración eclesiástica. Málaga recuperó los territorios de su Diócesis reconquistados antes que la sede episcopal y que venían siendo administrados por Sevilla. Posteriormente pasó a formar parte de la Archidiócesis de Granada y del Real Patronato de Granada. En la capital quedaron fundadas las primeras cuatro parroquias bajo la advocación de: Nuestra Señora de la Encarnación; Apóstol Santiago; San Juan Bautista; y los Santos Mártires San Ciriaco y Santa Paula.
Jesús Catalá Ibáñez fue nombrado obispo de Málaga en 2008. Actualmente es miembro de la Comisión Permanente y de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Española.