Por segundo año consecutivo, el franciscano Gabriel Gutiérrez sale al encuentro de habitantes de calle, toxicodependienes y trabajadoras sexuales para proclamar en esta Semana Santa que son “seres humanos que tienen dignidad”
“Es una manera de ayudar a cargar esas pesadas cruces de la exclusión y el abandono, ver con ojos misericordiosos sus historias de vida”, ha explicado a Vida Nueva