Francisco en Bélgica y Luxemburgo
El papa Francisco, en la Universidad Católica de Lovaina

El papa Francisco recoge desde Lovaina el espinoso guante del papel de la mujer en la Iglesia

El papa Francisco, en la Universidad Católica de Lovaina

Francisco, a los jóvenes belgas: “La Iglesia es mujer, no varón”

El papa Francisco, en la Universidad Católica de Lovaina

Francisco en Bélgica: ¿del territorio neutral a la reconciliación?

Un desayuno sorpresa con el Papa con un grupo de pobres y refugiados en la iglesia de Saint Gilles

Un desayuno sorpresa con el Papa con un grupo de pobres y refugiados en la iglesia de Saint Gilles de Bruselas

El papa Francisco, en la universidad de Lovaina

Los discursos del Papa en Bélgica, a examen: ¿un diálogo de sordos desde el Vaticano?

Esta reflexión surge ante la tibieza del texto romano sobre los abusos, que obligó a Francisco a improvisar con dureza, y a la falta de respuesta tras la reflexión del rector de Lovaina sobre el sacerdocio femenino

El papa Francisco, en la Basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg

Francisco redobla su perdón por los abusos en Bélgica: “La Iglesia debe ser sierva de todos sin someter a nadie”

  • El Papa recibe una ovación al denunciar la pederastia eclesial ante los obispos, religiosos y laicos en la basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg
  •  “Reformar es volver al Evangelio, no ir a la moda”, aseveró el pontífice sobre el Sínodo de la Sinodalidad que arranca la semana que viene en Roma
  •  El pontífice fue interrumpido por aplausos cuando expuso que “en la Iglesia hay lugar para todos y ninguno debe ser fotocopia de nadie”
  • LEER MÁS: Viaje de Francisco a Luxemburgo y Bélgica (26-29 septiembre 2024) – Programa de la visita
El papa Francisco, en la Universidad Católica de Lovaina

El papa Francisco en Bélgica: “Necesitamos una cultura que ensanche las fronteras, que no sea sectaria”

El papa Francisco, en su discurso ante las autoridades en Bélgica

El papa Francisco deja los papeles a un lado para “pedir perdón” en Bélgica por la “vergüenza” de los abusos a menores