El ‘emperador’ ruso retomó las relaciones con el Vaticano durante el pontificado de Juan Pablo II, que lo recibió el 1 de diciembre de 1989, pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín
Juan Pablo II recibió al padre de la perestroika el 1 de diciembre de 1989, pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín