En lo que calificó como una “crisis sin precedentes”, Frank Dewane asegura que los huracanes de septiembre agravaron los problemas que venía arrastrando la isla, como la vulnerabilidad económica y el desempleo
“La estructura misma de la Iglesia ha sido dañada, por lo que es difícil proporcionar asistencia y ayuda a los damnificados”, recordó el cardenal DiNardo