A la Iglesia en Estados Unidos no solo preocupa el futuro de esa nación, sino principalmente la vida de miles de personas que durante dos décadas trabajaron para el ejército estadounidense
Obispos de Estados Unidos, México y Centroamérica se comprometieron a trabajar unidos para dar testimonio de una “Iglesia sin fronteras” a favor de quienes buscan un mejor futuro
En las últimas semanas se han registrado ataques a ciudadanos, varios de ellos con claros signos de fanatismo religioso
15 obispos fronterizos de ambos países hicieron un llamado a crear estructuras y leyes a favor de los migrantes, y se ofrecieron a seguir trabajando desde la Iglesia para apoyar en este desafío
Para el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City, se trata de “un paso audaz hacia una cultura de la vida”