El Pontífice se ha desplazado hoy la ciudad de Vanimo, habitada por los Aitape y los Mamberano, que ha sido, sin duda, el momento más exótico de su visita al país
Un total de 23.000 personas siguieron la celebración desde el estadio Sir John Guise y otras 15.000 lo hicieron por pantallas desde un poliderportivo anexo
“Nadie es un peso porque todos somos un tesoro, un bellísimo don de Dios”, responde Francisco a un niño sin hogar que le preguntaba por qué no es como los demás
En su discurso oficial ante las autoridades del país asiático, el pontífice improvisa un elogio al genio femenino: “Ellas tienen la fuerza de dar la vida, de construir, de hacer crecer un país”