Argumenta que esta iglesia viola el cuerdo internacional católico-judío de 1987 y que el edificio se encuentra en la antigua oficina del comandante nazi de Birkenau
En 2018 la misma iglesia publicaba un texto donde pedía a las mujeres que acudiesen correctamente vestidas a misa, evitando vestidos y faldas cortas “ya que esto perturba a quienes dirigen el servicio”