En su encuentro con el Episcopado, respalda la labor de los prelados en el proceso de paz pidiéndoles serenidad: “Me sale darles ánimo: Anímense a no cansarse de hacer de sus Iglesias un vientre de luz”
Junto a la llamada a la reconciliación, les propone proteger a los jóvenes del narcotráfico y respaldar a los indígenas de la Amazonía