En decenas de lugares hubo masiva concurrencia, con ocasión del día de la Inmaculada Concepción. El Cardenal Ezzati, ante la crisis que vive la Iglesia chilena, puso a María como modelo de vida. “A ella queremos confiarle este momento de nuestra Iglesia, para que nos llene de esperanza, de confianza, y junto con ella sepamos entregar a su Hijo al mundo, la única y verdadera esperanza que no engaña”.
Así reacciona ante creciente crítica de autoridades del Gobierno, organismos eclesiales y víctimas organizadas. Esta decisión distiende la creciente tensión política que generaba la presencia del cardenal, inculpado por la Fiscalía como eventual encubridor, en un acto republicano al que concurren todas las autoridades civiles y militares.