ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
“Ha incorporado a su psicología y su espiritualidad toda la sabiduría asiática, incluida la libertad de saber retirarse a tiempo…”
ANTONIO PELAYO (ROMA) | El general de los jesuitas, el padre Adolfo Nicolás, ha sorprendido a propios y extraños anunciando que, en la Congregación General que ha convocado para finales del 2016, presentará su dimisión.
“He cumplido 78 años –escribe en una carta a la Compañía de Jesús– y, al considerar los años que se acercan, he llegado al convencimiento personal de que he de ir dando los pasos para presentar mi renuncia en una Congregación General”.
Esta puede aceptar o rechazar la renuncia del prepósito general,pero todo indica que no se opondrá a los deseos de este extraordinario jesuita, que ha pasado 48 años de su vida en Japón y Filipinas y ha incorporado a su psicología y a su espiritualidad toda la sabiduría asiática, incluida la libertad de saber retirarse a tiempo.
En su carta indica que ha informado de sus intenciones al papa Francisco, con el que ha mantenido desde su elección una muy estrecha relación personal e institucional. Su predecesor, el holandés Peter-Hans Kolvenbach, ya renunció a los 80 años a un cargo que sigue siendo vitalicio, pero que desde ahora ya lo es menos.
La magnífica lección de Joseph Ratzinger va siendo asimilada, pero no por todos… Ya me entienden.
En nº 2.895 de Vida Nueva
