ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
“Reforma de la Secretaría de Estado, a la que, según indiscreciones fiables, se le aplicará un régimen de “adelgazamiento” …”
ANTONIO PELAYO (ROMA) | Redoblan en los corredores de los sagrados palacios rumores de nombramientos, y no de poco rango, ya que afectarían al segundo nivel de la Secretaría de Estado, es decir, al sustituto para los Asuntos Generales y al secretario para las Relaciones con los Estados, respectivamente, Giovanni Angelo Becciu y Dominique Mamberti. Ambos fueron nombrados por Benedicto XVI a propuesta del entonces secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone.
El francés Mamberti ocupa su cargo desde septiembre de 2006, mientras el corso Becciu solo desde mayo de 2011, cuando sucedió a Fernando Filoni. El sustituto es, de hecho, el número tres en la escala de “mando” de la Santa Sede, mientras el de secretario para las Relaciones con los Estados es un cargo equivalente al de ministro de Asuntos Exteriores.
Los ceses de ambos, no necesariamente simultáneos, y los nombramientos de sus sucesores estarán dictados por la anunciada reforma de la Secretaría de Estado, a la que, según indiscreciones fiables, se le aplicará un régimen de “adelgazamiento” o, para decirlo con otras palabras, de mayor funcionalidad y menos aparato.
En el nº 2.894 de Vida Nueva