Una de las tantas situaciones que se leerán en la historia de la pandemia de Covid es la cantidad de personas que fueron sorprendidas lejos de sus hogares, sin fecha de regreso porque realmente el mundo se paralizó. Por diferentes motivos y en diversas situaciones todos fueron igualados por no poder regresar a casa.
- PODCAST: Resaca ‘ad limina’
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Muchos residentes en diferentes países se acercaron a ayudar a esos hermanos de suelo para ver qué podían hacer. Por esas vueltas de la vida, me enteré que un grupo de psicólogos argentinos se ofreció al consulado de la ciudad en donde están para ayudar a sus compatriotas. ¿Qué ofrecieron? La escucha, el oído. Fueron meses de tarea voluntaria en situación límite, tanto para los varados como para los psicólogos, personas con familia y con los mismos temores (o terrores) de todos, aislados, expectantes por lo que el futuro acercaba.
Tuve la oportunidad de intercambiar mensajes con Laura, a quien con otros profesionales de la sanidad, fue reconocida como personalidad del año 2021. Le agradecí lo que había hecho y sencillamente valoró mis palabras y la formación recibida en su familia y me contestó que cada uno hace lo que puede desde donde puede y de este modo se van sumando las ayudas. Idea fuerza que no necesita credos para salir al encuentro del otro. Idea basada en un amor al prójimo que no permite autoreferencias.
Salir de los egos
Estamos en un momento en que la Iglesia nos recomienda la escucha, salir de los egos, llevar la Buena Noticia. Esta buena noticia de Laura, que no salió en los medios, tiene mucho para enseñarnos.
Escuchar donde se pueda, como se pueda y a quien se pueda[1].
[1] Cfr. Francisco, Mensaje por la 56° Jornada mundial de las Comunicaciones Sociales.
