En nuestras vidas hablamos a diario de la felicidad, por ejemplo las películas: “la vida es bella”, nos sitúa ante las dificultades que atraviesa una familia en el contexto de la segunda guerra mundial y el holocausto Judío (más de 7.000.000 millones de personas judías que murieron en este holocausto), el padre de un niño en medio de la guerra le enseña con la pedagogía del amor, de sacar lo mejor de lo peor, esa es la mejor manera construir desde las cenizas la vida, sacarle provecho a las dificultades y las vivencias, es una manera o forma de sobrevivir ante las experiencias más fuertes que tenemos que enfrentar ante la vida.
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La otra película es “el niño con la pijama de rayas” que también nos sitúa en ese contexto. La película se basa en una novela de ficción dramática publicada en 2006 por el autor irlandés John Boyne. Trata de un joven que desde la ventana de su habitación puede vislumbrar varias casas y muchas personas que visten “pijamas de rayas”.
Al no saber que se trataba de un campo de concentración, creía que los judíos presos eran granjeros. Cansado de estar solo en su nueva casa sin ningún amigo con el que jugar, conoce a Pavel, un antiguo médico devenido en sirviente de la casa en el campo, quien le ayuda a montar su columpio. Cuando Bruno se accidenta es Pavel el que lo cura, la madre se lo agradece pero le dice que será mejor que el padre piense que fue ella quien lo curó. Bruno, mientras explora los alrededores, a través de una alambrada conoce a Shmuel, con el cual comienza a relacionarse hasta que se vuelven amigos. Sin que sus padres sepan nada al respecto, Bruno va cada día a jugar y a llevarle comida a su nuevo amigo, mientras este le cuenta la historia de cómo llegó allí y las terribles condiciones en las que vive.
Aunque la crítica misma de la película y el libro nos sitúa en una trama de ficción y que no representa realmente la crueldad del holocausto, nos sirve para situarnos en este tipo de situaciones, como en medio del dolor y el sufrimiento se puede ver la vida de otra manera. Esta manera de ver la realidad o la vida nos quiere ayudar a comprender la historia como una oportunidad de asumirla y sacarla adelante.
El diario de Ana Frank es una experiencia personal con viva voz de esperanza, desde el escondite de la casa de atrás. Ella se convierte en ejemplo de una mujer con ideales de resistencia en el silencio, por medio de la escritura y su flor que dejo a la humanidad como un patrimonio, para ayudarnos a comprender sobre el verdadero sentido de la vida en una situación compleja (el holocausto Judío).
Una misión o un propósito
Nosotros nacimos con una misión, con un propósito, con un ideal… esa es la razón de ser de la vida, tenemos muchos escritos sobre la felicidad, muchos otros que nos hablan de la felicidad, pero en el fondo el tema es vivenciar la felicidad o experienciar la felicidad, me encanta recrear las palabras porque tienen un mejor aroma, experienciar para mí es tener las vivencias en conexión con la experiencia, muchos estudios pedagógicos nos hablas de la praxeología como una manera de comprender el mundo y la realidad. Así mismo hablo de experienciar como una manera pedagógica de experimentar y vivenciar la misma vida.
Nosotros somos personas finitas, es interesante reconocer que la vida es un sueño, es una forma de realizarnos en la vida, es una manera de situarnos en la vida, que bueno sería que leyéramos mas libros sobre aquellas experiencias vitales, pienso en la Inteligencia Artificial (IA), que le falta conectar mundos, recuerdos, es como el sentido de la vida… eso no lo proporciona la IA, porque no conecta recuerdos bonitos o negativos, el ser humano si conecta, le da sentido y aún más, es capaz de amar y sentir desde los recuerdos anteriores y recrearlos, eso algo maravilloso y humano hacerlo. En últimas ser más humanos ante la terrible deshumanización en todos los campos que estamos enfrentando.
Vivir en tranquilidad y felicidad
Desde un tiempo para acá las reflexiones en torno a la felicidad abundan, el economista nos dice que la felicidad está en ahorrar para el futuro, la incertidumbre por lo que vendrá nos asusta, pero la seguridad de algo nos alegra en algo el corazón y nos da tranquilidad, aunque sea efímera o pasajera. El psicólogo nos habla del sentido de la vida, de ser felices con lo que tenemos, valorar lo que tenemos y ser felices con lo que nos gusta hacer.
El espiritual pone su mirada en la esperanza, del todo será mejor, mañana será mejor, el futuro será mejor… “aunque camine por cañadas oscuras ninguna temeré, porque tú eres mi cayado”. (Salmo 23, 4-6). La persona de a píe, tiene que suplir sus necesidades básicas o primarias y debe trabajar por lo más pronto, antes que preocuparse por ser feliz. Así todos los seres humanos queremos en el fondo ser felices, el camino puede ser amplio, pero en últimas tenemos en el corazón el deseo de ser felices y realizarnos como seres humanos.
He preguntado en diferentes contextos y profesiones sobre la felicidad, me parece oportuno que una parte de nuestra vida quiere ser y construirse desde su auto-realización, pero proyectar ser feliz y tener claro un proyecto de vida es más que importante, uno puede planear muchas cosas, dice el dicho: “nosotros hacemos planes y Dios se sonríe”, este dicho lo escuche por primera vez en Jerusalén a una persona de ascendencia judía, desde entonces lo he interiorizado y he sacado el mejor provecho para toda la vida. A veces, proyectamos muchas cosas, queremos muchas cosas, pero el sentido o la lógica de Dios debe estar en sintonía con ese propósito o ideal. ¿Cuál es el plan de Dios para tu vida? ¿Dios qué quiere para tu vida? ¿Cómo sintonizar el proyecto personal con el comunitario? ¿Cómo el tiempo se aprovecha para llegar a las metas propuestas y planeadas?
- Ser y querer ser feliz: debe estar en sintonía entre el ser y los sentires que vayan en sintonía. Pensemos en nuestro sentido de vida en medio de sin-sentidos.
- Vivir felices y proyectar felicidad: la realización de las personas está en vivir y tener un proyecto. Debemos saber nuestros puntos de quiebre o situaciones difíciles o de crisis, que nos dan la oportunidad de volver a re-encontrarnos y re-encausar con nuestros propósitos de vida. Porque todos somos purificados en la vida con las pruebas y luchas, porque seguir a Jesús no es fácil, pero todo tiene una razón de ser, porque a grandes bendiciones, grandes pruebas.
- Sentirnos en sintonía con las dinámicas de la vida, del proyecto personal de vida y del proyecto comunitario.
- El tiempo debemos aprovecharlo porque es un divino tesoro que queremos sacar desde sus propios resultados o frutos de bendición.
Por Wilson Javier Sossa López. Sacerdote eudista del Minuto de Dios