En el mes que terminó, cuando la Iglesia se preparaba con recogimiento y esperanza en el Adviento, el papa Francisco (quien cumplió 83 años) quiso acercar a los fieles al misterio del nacimiento de Jesús. Y no tuvo mejor idea que hacerlo mediante la publicación de la exhortación apostólica “Admirabile signum” (Signo admirable). En esta recorre el significado de los variados elementos que conforman el “nacimiento o misterio”. También invita a los cristianos a “ser creativos” a fin de que esta tradición sea “redescubierta y revitalizada”, para que, en cada familia, comunidad cristiana o centro de trabajo, el niño Jesús tome su lugar en lo que fue cuna y trono a la vez: el pesebre de Belén.
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Unido a este sentimiento, y en aras a la transparencia, el sucesor de Pedro abolió el secreto pontificio para los casos de violencia sexual y abuso de menores y modificó las «normas sobre los delitos más graves», referido al Motu proprio “Sacramentorum Sanctitatis Tutela”, de san Juan Pablo II, del 30 de abril de 2001.
La abolición del secreto pontificio permitirá que las denuncias, testimonios y documentos procesales relativos a los casos de abusos conservados en los archivos de los dicasterios vaticanos, así como aquellos que se encuentran en los archivos de las diócesis podrán ser entregados a los magistrados instructores de los respectivos países que los soliciten, según lo aclarado por Andrea Tornielli, director editorial del dicasterio de comunicación del Vaticano y citado por la agencia Zenit.
Nuevos vientos
En medio de este “cambio de época” para el mundo y la Iglesia, como él mismo lo ha llamado en su discurso de fin de año a la curia vaticana, se anunció el nombramiento del cardenal filipino Luis Antonio Tagle (62), arzobispo de Manila, a fin de que se ponga al frente de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos (antigua Propaganda Fide). Encarga de este modo también al joven prelado, lo que serán las urgentes recomendaciones del Sínodo para la Amazonía, cuyo texto pontificio saldrá a la luz muy pronto.
Así, el Santo Padre confía la nueva evangelización y los esfuerzos de “reevangelización”- como él mismo lo ha llamado-, a una persona afable, alegre y en sintonía con él como es Tagle, para reemplazar al cardenal italiano Fernando Filoni, de 73 años, quien asumió el muy antiguo cargo de gran maestre de la caritativa Orden del Santo Sepulcro.
Dentro de las reformas a la curia que lo asiste, Francisco aceptó la renuncia del cardenal Angelo Sodano a la posición de cardenal decano, que este ostentaba a sus 92 años. La ocasión fue propicia para que se diera a conocer un motu proprio papal en el que se define por primera vez, que dicho cargo honorífico de decano del colegio cardenalicio durará solo cinco años, renovable una vez. Se supo también que el cardenal Sodano pasará a denominarse cardenal decano emérito, como lo serán todos aquellos que dejen el cargo de decanos del Colegio Cardenalicio.
Otra novedad es que tal dignidad no recaerá de modo automático en el cardenal más anciano, sino que se le otorgará a quien gane una votación entre los cardenales que conforman la orden de los obispos.
Amistad y santidad
El calendario también nos regaló el estreno de la película “Los dos papas”, del director brasileño Fernando Meirelles. Aunque el filme ha generado posiciones encontradas a favor y en contra de sus argumentos, por mezclar la realidad y la ficción, la mega producción nos traslada a los vibrantes momentos del año 2013, cuando el mundo fue testigo de la renuncia del papa Benedicto XVI y la elección del papa Bergoglio, que para consuelo general tomó el nombre de Francisco. Otro aspecto por rescatar de este drama/comedia, es que aún las posturas más disímiles pueden encontrar puntos de convergencia, especialmente si se tiene a un mundo herido por delante.
América Latina y el mundo celebraron la beatificación del estadounidense Santiago Miller (37), hermano religioso de La Salle asesinado por odio a la fe en Guatemala en 1982, en el contexto de la guerra civil. “Que el martirio de este ejemplar educador de jóvenes, fortalezca en esa querida Nación caminos de justicia, paz y solidaridad”, fueron algunas palabras con las que el papa reconoció a este nuevo modelo de cristiano.
Hay que recordar que los católicos y demás simpatizantes acompañaron al papa en la celebración del 50 aniversario de su ordenación sacerdotal, recibida el 13 de diciembre de 1969 de manos del entonces obispo argentino de Córdoba, monseñor Ramón José Castellano. De estos años transcurridos, 27 los ha ejercido como obispo.
Finalmente, el mes cerró con un pedido de disculpas de Francisco por “perder la paciencia” con una peregrina que lo jaloneó en la plaza de San Pedro, y que pudo hacerlo caer o incluso atentar contra su vida. Aunque su reacción fue más bien de quien se zafa para protegerse, su reconocimiento de perdón público puede servir también a quienes sí pierden la paciencia de forma reiterada y ofenden, gritan o humillan a sus colaboradores.