Tribuna

El placer de la disidencia

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Sobre los cuatro cardenales críticos con ‘Amoris laetitia’

cuatro cardenales críticos con Amoris laetitia escriben una carta para pedirle aclaraciones Walter

De izq. a dcha., los cardenales Brandmüller, Burke, Caffarra y Meisner

ANTONIO PELAYO, corresponsal de Vida Nueva en ROMA | Que el magisterio del Francisco suscite dudas e inquietudes no tiene nada de extraño. Lo excepcional sería lo contrario. Que al frente de esos sectores inquietos figuren algunos cardenales tampoco debería llamar la atención, y estoy seguro de que al Papa no le molesta demasiado que se dirijan a él pidiendo explicaciones sobre la interpretación que deba darse a algunas afirmaciones de la exhortación postsinodal Amoris laetitia.

Las “dudas” de los eminentísimos puede resolverlas cualquier teólogo moralista dotado de buen sentido y, al mismo tiempo, sensible a la autoridad del magisterio pontificio.

Que los cardenales hayan decidido hacer públicas esas preguntas después de que ni el Papa ni el prefecto de Doctrina de la Fe, el cardenal Müller, hayan considerado necesario responder, es ya más discutible e incluso puede parecer irrespetuoso.

Los cuatro firmantes son los cardenales Walter Brandmüller (nacido en 1929), alemán, presidente emérito del Comité Pontificio de Ciencias Históricas; el estadounidense Raymond Leo Burke (1948), que fue prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica; el italiano Carlo Caffarra (1938), arzobispo emérito de Bolonia; y el también alemán Joachim Paul Meisner (1933), arzobispo emérito de Colonia; todos venerables por su edad y servicios a las Iglesia, que parecen haber descubierto el placer de la disidencia.

En el nº 3.012 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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