Tribuna

En todo lugar

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Preguntada la Inteligencia Artificial (IA) sobre lo que significa “lugar” en la Biblia, larga su parrafada y dice que el término puede referirse a espacios sagrados, lugares secretos, el cielo o el Jardín del Edén. Se puede acordar, aunque cualquier biblista podría hablar horas sobre las más de 780 entradas que tiene esta palabra en la Biblia del Pueblo de Dios.



Asociando libremente, puede devolver de manera inmediata a los aromas de la infancia, a los andariveles de la adolescencia, a los recorridos por espacios tan nuevos o tan antiguos. También remite a esos sitios –el desierto, por ejemplo– donde se puede encontrar la revelación del Amor de Dios.

Un lugar puede ser aquel territorio ocupado hoy con las debilidades y miserias, las alegrías y tristezas, todo eso que constituye a la persona humana. Y, además, sin duda, la interioridad es un lugar que puede ser tomado por asalto. Se corre el riesgo de obrar y decir compulsivamente en momentos como el que se vive ante la salud del Papa Francisco.

Mi lugar es Tu lugar

Se podría intentar una vez más la pregunta ya famosa de san Alberto Hurtado, que nos interpela bien siempre: “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.

Discernir el lugar que Jesús necesita de mí en este momento, también es ver en profundidad lo que necesita nuestro amado Francisco. Porque se alzan voces que quieren saber más que los médicos, o que, en el apuro por decir algo, publican noticias falsas (fake news) de falsos mensajes atribuidos al propio Francisco. De por sí, el lugar que ocupe cada persona es responsabilidad personal, y que valga la redundancia. Pero a veces se confunde con el decir de toda una comunidad o una diócesis.

Leyendo una nota del padre Sebastián García SCJ, coincidía en esto: “Si uno quiere encontrarse con el Papa, no tiene que ir a Roma”. Y tampoco entristecerse o lamentarse porque no haya venido a la Argentina. No es tiempo de insistir en eso. No importa si no vino por las razones que sean. Quizá aún esté a tiempo y eso lo dirá Dios y el papa Francisco si su salud se lo permite.

Decía este sacerdote que, para encontrarse con el Papa, se puede ir por ejemplo a la Villa 21-24 de Barracas y la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé o Villa Soldati o Villa 31. La lista de lugares es larga y tiene personas con nombres y apellidos en cualquier diócesis o provincia de nuestra tierra.

En este momento, el “lugar” será el mismo que buscaron los hombres y las mujeres de cada libro de la Biblia, si puede encontrarse con Jesús a través de la Palabra. Francisco, a cada paso, nos remite directamente a los “lugares” del Evangelio.

Jesús nos dice que cuando oremos, nos retiremos a nuestra habitación, cerremos la puerta y oremos al Padre que está en lo secreto (Mt6, 6). En este tiempo de desiertos y vacilaciones, en el peregrinar diario a través de las ocupaciones varias que sostenemos con la vida, podemos ir a la habitación y orar todo el tiempo en todo lugar. Porque todo lugar está reservado para el tiempo con Dios.

Entonces se podrá decir a modo de ofrenda permanente: “Mi lugar es tu lugar, Señor y vivimos la vida de Francisco, con Francisco, porque estamos construyendo el Reino”.

Porque es un momento precioso y preciso para evangelizar con la Esperanza, que es Jesús vivo entre la gente. Seguimos caminando con Francisco en todo lugar.

Y vamos con Pedro

Los arquitectos enseñan que los fundamentos de un edificio se realizan sobre la roca. Eso implica cavar el suelo hasta encontrarla. Sólo allí se hará sólida la estructura.

Jesús quiso establecer el ministerio Petrino pobre la Roca para edificar su Iglesia (Mt 16, 18).

Pedro

Desde ese momento y hasta hoy, ese lugar es la base sólida sobre la que caminamos porque “el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella”.

Entre valles y desiertos, y de cumbre en cumbre, desde Pedro hasta hoy, somos la Iglesia de Jesús que se convierte paso a paso gracias a la acción de Espíritu Santo, con los dones teologales, la oración y el servicio.

Con Pedro, en todo tiempo y lugar. Con Jesucristo, en todo tiempo y lugar.

 

En este enlace se pueden encontrar las referencias bíblicas de la palabra “lugar”