“Ven, canta, sueña cantando, vive soñando el nuevo sol, en que los hombres volverán a ser hermanos” (Himno de la alegría, 2021)
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En el III Domingo de Adviento la fe de la comunidad exulta de alegría… Pero no es algo de un día, sino la vivencia plena y profunda de quienes creen en el Dios Uno y Trino revelado por Jesús y que se encuentra en la vida.
Dios clama a la alegría
Alégrate, hija de Sión, grita de gozo Israel; regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén (Sof. 3, 14)
Así comienza la liturgia de la Palabra… con un grito jubiloso y que invita al gozo integral. ¡No es una alegría “espiritual” (como se lo suele entender en el colectivo religioso)! Es una alegría existencial, porque lo espiritual forma parte de la vida. El Dios de la Escritura no es dualista apartando una de la otra.
Lamentablemente, una predicación que separó lo que Dios ha unido, ha llevado a varios a pensar que lo espiritual es algo distinto a lo corporal o existencial.
La alegría de Dios es en todo el ser.
Presencia que provoca alegría
El Señor, tu Dios, está en medio de ti, valiente y salvador; se alegra y goza contigo, (Sof. 3, 17-18)
Nuevamente la liturgia cristiana nos ubica en un paradigma existencial: la alegría es don teologal, porque proviene de la presencia y acción de Dios en lo cotidiano, no es un esfuerzo.
Es una alegría que renueva, no solo hace un “momento”: la vida encuentra en su propuesta el sentido y el gusto de vivir (Curia, Christian, 2024).
Es una alegría concomitante: ¡Dios se alegra con nosotros, con las personas! Pareciera que nuevamente lo revelado rompe el paradigma de pensar que la alegría humana es contraria al regocijo divino. En este III Domingo de Adviento, se nos presenta una alegría en donde Dios y la humanidad se alegran mutuamente. Él goza y se alegra con la humanidad…
Presencia provoca la fiesta
te renueva con su amor; exulta y se alegra contigo como en día de fiesta (Sof. 3, 17-18)
Todos necesitamos festejar y encontrarnos para comunicar lo vivido, transmitir un mensaje de aliento y/o contención. Precisamos encontrar buenas noticias para que la vida tenga más sentido. Y una noticia buena se hace fiesta. Sofonías hace una comparación entre la acción de Dios y la fiesta: se exulta y alegra como en ella.
La presencia y acción de Dios es la manifestación de la dimensión festiva de su pedagogía. En la fe cristiana, este aspecto es una condición indispensable, porque la Pascua es su principio, quicio y meta, es el agasajo de la abundancia, que Jesús significó en las tinajas de agua en las Bodas de Caná: más de 600 litros (Descalso, José Luis Martín, 2000, pág. 278).
Una vida cristiana así entendida, manifestará: Caras de redimidos y no con caras tristes (Pablo VI – EN, 1975) (#80) o de luto permanente (Francisco, 2013).
Festejar es propio de la fe que se vive y anuncia en un mundo en cambio. Necesitamos una fuerte conmoción gozosa y no sermones moralistas que conducen al letargo y la parálisis (CELAM – DA, 2007) (#362) para celebrar todo lo que vivimos y evitar cualquier espiritualidad desencarnada. Vivir y celebrar la fe, como respuesta de amor y no porque sea un precepto o un mandamiento, como apertura a todos en una comensalidad abierta en torno a la Mesa (Curia, Christian, 2013, pág. 36).
Dios creíble
Es el que se revela la Escritura y en quien creemos porque:
- Está la primacía de la gracia. Desde él todo es regalo, gratuidad y sin hacer nada a cambio (Francisco, EG, 2013)(#112). La gracia es belleza, bien y libertad. Quienes estamos animados por ella, damos gracias por todo lo recibido, cantando las maravillas del Dios Padre y Madre, porque hizo y hace grandes hazañas “junto a/con”. La gracia sobreabunda, donde abunda la imperfección (Rom. 5, 20). Y por ese motivo, “nuestra boca se llenó de risas y nuestros labios de canciones” (Sal. 126/125, 2).
- Primerea, toma la iniciativa porque “quiso revelarse” (Concilio Vaticano II – DV, 1965)(#1)
- Suscita Liberación/Autonomía para construir el propio destino y sacar cadenas que oprimen (Torres Queiruga, Andrés , 1986, pág. 180).
- Se pone al servicio de la humanidad con su Teología de la palangana (Jn. 13).
- Su signo más elocuente es la Pequeñez: el pesebre, pan y vino que en torno a la mesa se hacen accesibles a todos(Curia, Christian, 2006)
- Festeja, agasaja, celebra la vida descubriendo la riqueza y señales que ella brinda, comparte la existencia, reconoce lo bueno y noble deleitándose (Concilio Vaticano II – GS, 1965) (# 42; 76)
Dios inconcebible (increíble)
No creemos en el que se suele predicar con:
- el Legalismo, que es el fanatismo del marco legal, tanto civil o eclesiástico (EG 45).
- una actitud morbosa, con un mensaje pecadocentrista poniendo el mal como núcleo. Y, que tortura con sus flaquezas a los píos seguidores, centrados en el dolor, el sufrimiento y hasta con la perorata de la miserabilidad.
- Poner cargas provocando una forma de vivir timorata y dependiente del poder que pauta lo que “corresponde hacer” (infantilismo). Se acentúa la obligatoriedad y la obsecuencia sin dejar lugar a la participación libre y alegre, porque a menudo se vive la fe como una carga o una exigencia en la que todo es cumplir (EG. 14. 165).
- Depender de las murallas religiosas. Así la pastoral se apoltrona en cómodos lugares para juzgar a las sociedades y personas, derivando en una maña moralista y casuística de la fe, no se dialoga y se suscita creyentes belicosos, apologéticos y militantes que, a veces, son arriados a defender lo que determinadas autoridades dicen, mientras estas apoyan a partidos políticos que están en las antípodas de la marcha promovida. La estructura eclesiástica se transforma en una especie de ciudadela privilegia o de sociedad perfecta (EG 87) (Francisco, MV, 2015) (#4).
- Fomentar yoísmo narcisista en donde todo es “yo”, “por mí”, “para que yo”, etc., que evade el entorno y genera creyentes alienados ajenos a toda realidad, a sí mismos (EG 94) y los demás son considerados herramientas.
- Espiritualismos y deshumanización de la fe: Alienarse, especialmente con lo trascendente provoca que se olvide la dimensión humana. Esta enfermedad niega que lo humano es contenido de la pastoral.
- La Teología del poder donde los seres humanos estarían al servicio de la estructura como si fuera una ciudadela privilegiada con sus propias reglas legales en las cuales hay niveles de cristianos (EG 223). Es una actitud que busca ser servida. Esta corriente teológica favorece el carrerismo y las patologías de la organización(Francisco – Discurso a la Curia Romana, 2014).
- La faraonización y majestuosidad: desde Constantino hasta nuestros días hemos solemnizado tanto todo que, al pasar de las casas al templo, los ministerios de este lugar son considerados más valiosos que los del hogar y en la organización comunitaria estamental unos serían más que otros.
- La lamentación. Es el que se expresa en seguidores que se entristecen, quejan, afligen, apenan, angustian, porque el mundo de hoy no es igual al de antes. Es el que muestran, en otros mundos, los cristianos que añoran un pasado ideologizado porque la gente ya no “hace lo que le decimos”.
“Una de las tentaciones más serias que ahogan el fervor y la audacia es la conciencia de derrota que nos convierte en pesimistas quejosos y desencantados con cara de vinagre” (EG. 10, 85)
Plegaria
Trinidad de la alegría, es bello y necesario alabarte, siempre y en todo lugar,
porque nos amas; sos bondadosa y graciosa, porque en tu infinita misericordia crees en las personas.
¡Alabada seas por la vida! ¡Vos nos la diste y quisiste crearnos como co – creadores!
¡Bendita seas! porque en tu paternidad/maternidad nos engendraste y nos diste una dignidad inigualable: ¡somos imagen y semejanza tuya, somos hijos y herederos!
¡Padre/Madre, te alabamos porque tu ternura se jugó por la humanidad! Lo divino se hizo uno de los nuestros en tu Hijo. ¡Qué asombroso, qué profundidad en el amor! ¡Para salvarnos tu Hijo se hizo humano!
¡Alabado seas Espíritu de amor, por la Encarnación, cariño hecho abrazo entre la Trinidad y nosotros!
¡Alabado seas Buen Pastor, porque en tu Encarnación/Pascua, lo viejo quedó destruido y nos diste vida nueva!, ¡porque con vos aprendimos que el amor hace maravillas!
¡Alabado seas Dios Abba/Imma, porque en tu primogénito, tu amor llegó a la locura y al escándalo! Tan grande es tu misericordia que saliste a nuestro encuentro: nos buscaste, nos sedujiste y fuimos encontrados.
¡Alabado seas Verdadera Vid, por unir nuestra vida a la tuya!, por caminar al lado de la humanidad haciendo fiesta y exultando con ella.
¡Alabada seas Trinidad de la fiesta, por estar con la humanidad a lo largo de la vida! ¡porque nos creaste y de un modo más admirable nos elevaste en dignidad, concediéndonos participar y anunciar “la divinidad de aquel que compartió nuestra humanidad” (Misal Romano)! (Curia, Christian, 2013, págs. 201-203)
Te pedimos, que tu manera de ser nos impulse anunciarte como te creemos y dejemos de lado el Dios inconcebible.
Felices desde la Pascua de la Vida Nueva…y que tengamos Domingos y una vida en 4D por la promesa ya realizada.
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Bibliografía
CELAM – DA. (2007). Documento de Aparecida. Buenos Aires: Oficina del Libro.
Concilio Vaticano II – Dei Verbum (18 de Noviembre de 1965). https://www.vatican.va
Concilio Vaticano II – Gaudium et Spes (12 de Diciembre de 1965). https://www.vatican.va.
Curia, Christian. (2006). En torno a la mesa. Buenos Aires: Claretiana.
Curia, Christian. (2013). Te creo. Una propuesta pastoral desde Jesús. Buenos Aires: Claretiana.
Curia, Christian. (2024). El gusto de vivir. Desde la vida del Resucitado un itinerario pascual. CABA: Claretiana.
Descalso, José Luis Martín. (2000). Vida y Misterio de Jesús de Nazaret (T. I). Salamanca: Sígueme.
Francisco – Discurso a la Curia Romana. (02 de diciembre de 2014). Obtenido de www.vatican.va
Francisco. Viaje Apostólica de Río de Janeiro . XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (24 de julio de 2013). Obtenido de https://www.vatican.va
Francisco, Misericordiae Vultus. (11 de Abril de 2015). Obtenido de https://www.vatican.va
Francisco, Evangelii Gaudium (24 de Noviembre de 2013). Obtenido de https://www.vatican.va
Himno de la alegría. (2021). Obtenido de https://www.youtube.com
Pablo VI – Evangelii Nuntiandi (12 de 08 de 1975). Obtenido de https://www.vatican.va
Torres Queiruga, Andrés . (1986). Creo en Dios Padre. El Dios de Jesús como afirmación plena del hombre. Santander: Sal Terrae.