Tribuna

“Haz la prueba y verás que bueno es el Señor”: hay luz y colores en los fríos rascacielos de Nueva York

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La agenda es alocada estos días durante el 22º Período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de Naciones Unidas en Nueva York (y mira que son años que se lleva reclamando que se hable de pueblos indígenas… qué barbaridad eso de “cuestiones”, no hay ni por dónde cogerlo).



Es un no parar de cambios de última hora, tensiones sobre cuándo y cuánto tiempo van a poder hablar las lideranzas que acompañamos las organizaciones de REPAM (Red Eclesial Panamazónica), PUAM (Programa Universitario de la Amazonía), CIMI (Consejo Indigenista Misionero de Brasil) y CAAAP (Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica de Perú). De subidas y bajadas por las plantas de los edificios de Naciones Unidas al lado de la 1st en Manhattan y de salidas corriendo a misiones permanentes aledañas para ver si podemos conseguir unos minutos en los momentos de plenario. Con la mezcla del portugués, español e inglés que termina convirtiéndonos en una torre de babel donde nos reímos cuando ya no sabemos cómo se dice algo en nuestra propia lengua. El WhatsApp ardiendo buscando contactos que a su vez contacten con otros y otras para rescatar un documento, conseguir entrar en el listado de oradoras o una salita para reunirse con un relator o alguien de la oficina del Consejo de Seguridad. El susto de correr para grabar la intervención que luego hay que subir a Twitter y a Instagram y poner mal el celular (¡ay madre¡) y las bromas cuando por fin la presidencia golpea en la madera y da por finalizada la sesión: mañana será otro día y volveremos a intentarlo. Nueve mujeres y hombres de cuatro países: Perú, Brasil, Bolivia y España. La Amazonía y sus derechos humanos violentados de nuevo en marcha, un año más, en este espacio.

Con Leila aprendí ya en 2019 (su primera vez en este espacio) a mirar en un silencio profundo y lleno de dolor, donde nacían luego con fuerza sus palabras, muy lentas; alargadas con la brutalidad del recuerdo de sus familiares y hermanos que en Mato Grosso do Sur viven un genocidio brutal de territorio, cultura e identidad. Kora sigue llevándome a brincar para buscar instantes de aire fresco ante tanta barbarie para su pueblo kanamarí y los “parientis” pueblos no contactados de la Amazonía brasileña (también llamados pueblos libres) cuya supervivencia vital está totalmente amenazada.

Y Alex, alumno de la 3ª Escuela de Derechos Humanos de la REPAM el pasado verano en Manaos, me enseña cada mañana la dignidad de su pueblo uchupiamona y me lleva volando con sus abuelos chamanes para intentar recuperar algunas palabras de su lengua ultrajada y casi desaparecida en Bolivia.

El grito de Francisco

Son capaces de traer en sus manos alegría y esperanza teniendo el corazón encogido de dolor, sufrimiento y muerte. Alex ayer decía en la oración de la mañana: “Un día dejé mi vida de logros para optar por exponerme a las mayores dificultades”. Son, sin duda alguna, el “grito profético” de Francisco.

Eso hacen también los y las agentes pastorales y técnicos que les acompañan (Chico, Lidia, Gabriel y la Hermana Gladys) o las juristas que pelean incansablemente como Verito (que tuvo que venir sola finalmente por problemas con el pasaporte de las lideranzas kukamas en Perú). Y como Cáritas Española, siempre, esta vez a través de mi persona.

Han decidido estar aquí y ahora, acompañando la pelea infinitamente desproporcionada por otro mundo posible, por una naturaleza viva y pulsando fuerte; con unas comunidades y pueblos con la dignidad que merecen y con su propio territorio y cosmovisión.

Sonia Olea Ferreras

Han decidido que el Sueño Primero de ‘Querida Amazonía’ puede y debe hacerse realidad, y es una acción ineludible para la Iglesia: “En el momento actual la Iglesia no puede estar menos comprometida, y está llamada a escuchar los clamores de los pueblos amazónicos «para poder ejercer con transparencia su rol profético”.

Venir a Naciones Unidas a hacer incidencia política e impulsar espacios de capacitación en herramientas de derecho internacional y derecho interamericano de derechos humanos son esenciales y un camino claro para hacer realidad las propuestas del capítulo V de la ‘Fratelli tutti’: “181. Todos los compromisos que brotan de la Doctrina Social de la Iglesia provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley (cf. Mt 22,36-40). Esto supone reconocer que ‘el amor, lleno de pequeños gestos de cuidado mutuo, es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor’. Por esa razón, el amor no solo se expresa en relaciones íntimas y cercanas, sino también en ‘las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas’. Y, sigue diciéndonos Francisco, con un sentido social y comunitario del que, desde luego, los pueblos indígenas son maestros y expertos conocedores. Tendríamos que dejarnos guiar.

Termino escribiendo estas líneas escuchando el canto profundo en su lengua kanamarí que nos acaba de mandar Kora al grupo de WhatsApp para saludarnos en la mañana: “Esse e meu canto pedindo ao nosso pai Tamakorih que nós fortaleça”. Cuánto me gustaría que pudierais escuchar las pausas… los sonidos a veces casi de pájaros matinales… la expresión de los dones del Tata Dios en cada persona y en cada pueblo. Sin duda hay luz y colores en los fríos rascacielos de Nueva York.


*Miembro del Equipo de Incidencia de Cáritas Española, esta experta en derechos humanos comparte su experiencia en Naciones Unidas en Nueva York con la REPAM y otras entidades de Iglesia en la Amazonía.