En estos días, una investigación periodística en México ha señalado que la Academia de Líderes Católicos es parte de una campaña de la organización de ultraderecha El Yunque para controlar las universidades católicas en América y en el mundo. En primer lugar, hablo desde mi condición de fundador de la Academia de Líderes Católicos y director de esta desde su origen cuando la iniciamos en Santiago de Chile junto al cardenal Jorge Medina y el laico Luis Cordero quienes lamentablemente ya fallecieron.
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Y deseo pronunciarme públicamente sobre un tema muy delicado y grave que cuestiona la rectitud de la institución que fundamos. Lo hago convencido que la Verdad siempre nos hará libres y para ello debe ser uno transparente, sin ambigüedades, asumiendo toda la Verdad, aunque esta duela, pero que siempre será purificadora.
Alejados de toda ideologización
A lo largo de estos veinte años, todos los que conocen a nuestra Academia y la han vivido en cualquiera de nuestras actividades, conocen de nuestro compromiso real en asumir la Doctrina Social de la Iglesia alejados de toda ideologización y con total transparencia. Fruto de este trabajo a lo largo de los años, nos ha permitido ganar la confianza no solo de distintos pastores y cardenales en las 50 diócesis de los 15 países donde actúa nuestra Academia, sino de miles de voluntarios, jóvenes y adultos, líderes políticos, sociales y rectores que confían en la acción de nuestra Academia. Por esto mismo, nadie tiene derecho a manchar una obra que ha costado tantos años y que se ha construido sobre el esfuerzo de tantas personas; mucho menos que la Academia sea utilizada ya sea para planes personales, proyectos políticos, encubrimiento de la acción de algunos y menos al servicio del ego de otros.
En tal sentido, rechazo categóricamente que nuestra Academia sea parte de cualquier estrategia, proyecto o plan de esta organización política de ultraderecha o de cualquier otra organización ideológica sea de derechas o de izquierda.
Con el papa Francisco
En ese reporte periodístico se señala incluso que miembros del Consejo Directivo Internacional de su Academia forman parte de una estrategia del El Yunque. Debo precisar que la denuncia no se hace contra todos los miembros de nuestro consejo directivo, sino exclusivamente sobre el Doctor Rodrigo Guerra López, quien efectivamente es miembro de nuestro consejo, así como también es secretario de la Pontificia Comisión para América Latina. El mismo periodista que ha elaborado la investigación, ha reconocido públicamente hace unos días que no acusa a nuestra Academia, sino que se trata de una investigación que expone los vínculos del Doctor Guerra con El Yunque.
Somos muchos y estamos en muchas partes del mundo. Cuanto se aleje del magisterio de la Iglesia y en especial del magisterio del Papa Francisco y se sustituya por el apoyo partidista o ideológico no está en comunión con el ideario nítido de nuestra Academia.
Pero además quiero ir un poco más allá de cara a la transparencia que merece nuestra Iglesia. Desde hace años yo reconocí públicamente mi pertenencia en mi juventud a El Yunque en distintas entrevistas.
Peligro para la democracia
Todos los que me han tratado, saben que públicamente no solo he reconocido de haber pertenecido a esta organización secreta, sino además la he rechazado, condenado y denunciado públicamente a lo largo de los últimos diez años pues considero que hace daño profundamente a la Iglesia la instrumentalización ideológica de la fe, además de ser un peligro para nuestra democracia las acciones de organizaciones secretas o encubiertas. No solo eso, en mis redes sociales y distintos pronunciamientos puede constatarse que he denunciado lideres y miembros de esta misma organización quienes actualmente realizan y siguen realizando acciones de combate y ataque especialmente contra el papa Francisco.
A los doctores Rodrigo Guerra y Emilio Baños (rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla–UPAEP- y quien es señalado como candidato de El Yunque para controlar las universidades en el continente) los conocí efectivamente en El Yunque. En el caso de Rodrigo Guerra, se supone que dejo de pertenecer a El Yunque y quiero pensar que efectivamente sea así; imagino que seguramente habrá informado a sus superiores de su antigua pertenencia al Yunque. Es una obligación moral que tenemos quienes pertenecimos en el pasado a un grupo tan problemático y conflictivo como el que se señala.
Ningún vínculo
Y en el caso del rector de la UPAEP quien es señalado como candidato de El Yunque para controlar la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL), debo señalar que no tenemos ningún vínculo con él ni con su universidad. Al contrario, cuando hubo quien planteo que nuestra Academia realizará alguna alianza o actividad con esta universidad, siempre me opuse pues el vínculo de la UPAEP con El Yunque es de conocimiento público, inclusive reconocido por ellos mismos en libros que han publicado. Es muy problemático establecer una alianza con una institución universitaria fundada y controlada por una organización política clandestina, la misma que en otros ambientes combate a obispos y al mismo Papa.
Todo ello me lleva a certificar que, taxativamente, de ninguna forma como Academia de Líderes Católicos estamos colaborando en la campaña para presidir la Organización de Universidades Católicas de América Latina. La Academia en modo alguno puede inmiscuirse en campañas que favorezcan a candidatos o grupos de ningún signo, ni puede constituirse en grupo de presión al servicio de intereses particulares por legítimos que resulten. Mucho menos apoyar agrupaciones secretas o defender intereses distintos de la generación de un espacio internacional para favorecer el encuentro, el diálogo y la experiencia de ser Iglesia en la diversidad, así como formar y favorecer el liderazgo social y político en este marco de estricta neutralidad partidista. Cualquier eventual actuación de cualquier miembro de la Academia, sea del nivel que fuere, que contradiga estos principios supone actuar en su propio nombre e interés y, desde luego, implicaría un grave conflicto de intereses con el ideario políticamente apartidista de la Academia.
Mi desacuerdo
Y quiero ser todavía más claro. Hace unos meses le manifesté al presidente de nuestra Academia, mi desacuerdo en la participación de miembros de nuestro consejo en la actividad que se realizaría en la UPAEP en septiembre del año pasado por lo que acabo de mencionar, además de que era claro que ese evento sería utilizado como evento que le daría el respaldo y prestigio al rector de la UPAEP para posteriormente iniciar una campaña y promoción para presidir la ODUCAL.
José Antonio Rosas, fundador y director general de la Academia de Líderes Católicos de Latinoamérica
Tiempo después, tuve una discusión directa con el propio doctor Guerra cuando intento promover en grupos virtuales de nuestra Academia su conferencia en la UPAEP. Esto llevo a que presentará en ese momento al Consejo Directivo de nuestra institución, mi renuncia a la dirección de la Academia, la cual retire días después ante la solicitud del presidente en ese momento de la Academia.
Utilizar a la Iglesia
Me parecía y me sigue pareciendo muy grave ese evento, pues después se ha pretendido legitimar la candidatura del rector de la UPAEP por la presencia en ese evento de autoridades del CELAM. Eso es doblemente inmoral, pues se está instrumentalizando a instituciones de la Iglesia en favor de una campaña política universitaria, al mismo tiempo que estoy convencido que los obispos que asistieron a ese evento desconocían de los vínculos reales y reconocidos de esa universidad y de su rector con El Yunque. Quien afirme que, por la presencia de Lizardo Estrada, secretario general del CELAM, la Iglesia avala a El Yunque y sus estrategias, miente contundentemente. La Iglesia nunca ha respaldado la acción de organizaciones secretas o encubiertas. Y utilizar a figuras de la Iglesia como “escudos” es vil, bajo y despreciable.
¿Por qué se oculta?
Dicho esto, habiendo pertenecido a El Yunque en mi juventud, conozco sus entrañas y el peligro real que tiene un militante de esta organización controle a las universidades sea en América o en el mundo. ¿A quién va a responder el futuro presidente de la ODUCAL? ¿A los rectores de las universidades que lo elegirán o su jefe de El Yunque?
¿Conocen los rectores de las universidades católicas de la pertenencia del rector de la UPAEP a esta sociedad secreta? ¿Les fue presentado a los mismos rectores la existencia de este grupo político “reservado” o se les ha ocultado? ¿Por qué se les ha ocultado?
¿Se justifica la existencia y acción de una organización “reservada” en el contexto actual de sociedades democráticas en que vivimos? En el caso de denuncias que ocurran de abusos al interior de esta organización, ¿quién responde a esas denuncias siendo que es una organización que no reconoce su existencia? ¿quién se hace responsable si ni siquiera conocemos quienes son los jefes actuales?
Su carácter de organización encubierta les permite que al mismo tiempo que se presentan con candidaturas para controlar organismos internacionales, tengan miembros y otros grupos fachada que actúan directamente contra el Papa Francisco y los obispos.