Antes de continuar con la parte 6, quiero recordarte que estos artículos forman parte de una serie de 10, los cuales están encaminados a explicar la parte “cuántica” de la Resurrección, no con el afán de demeritar al misterio teológico y cristológico que embarga este suceso, sino para poner sobre la mesa, que desde la visión científica se tiene una explicación pronta y razonable para decir “No es un hecho descabellado”, es una posibilidad científica que ve en la fe, su mejor definición.
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Estas líneas están basadas a su vez en las reflexiones sobre “La Resurrección desde la física cuántica”, del padre Manuel Carreira (1931-2020), sacerdote jesuita y astrofísico quien fuera miembro del Observatorio Vaticano.
Siguiendo con esta sexta entrega es importante aclarar el movimiento de las partículas elementales, estas, pueden pasar de un lado al otro sin pasar precisamente por en medio de un obstáculo. Y esto se utiliza constantemente en electrónica. Hay componentes de aparatos electrónicos, sean casetes, computadoras u otros, que se llaman diodos de túnel. Estos diodos de túnel se basan en que los electrones van de un sitio a otro sin pasar por el medio.
Incluso se ha hecho recientemente un experimento que verdaderamente desafía el sentido común. Dos átomos de luz, dos fotones, se emiten simultáneamente, desde la misma fuente. A uno se le pone enfrente una barrera opaca, el otro va libremente. Llegan a una pantalla: el que se topó con la barrera opaca llega también a la pantalla, pero no la cruza, sino que va sin atravesar la barrera. Lo anterior prueba porque ese fotón llega antes que el otro, ha saltado un espacio, no ha pasado por él.
Por eso, moviéndose los dos a la misma velocidad, el que tiene la barrera enfrente llega antes que el otro. No ha recorrido ese espacio intermedio. Entonces, la materia no tiene por qué estar en un solo sitio, ni tiene por qué ir de un sitio a otro pasando por el medio. Incluso, en el caso de un agujero negro, la física me dice que allí la materia está fuera del espacio y del tiempo accesible a un experimento físico.
Nadie puede jamás saber cómo es el interior de un agujero negro ni qué hay allí. Entonces, ¿qué es la materia? La respuesta más honrada, es decir: no lo sabemos. Pero es, en términos físicos, algo que tiene la capacidad de actuar por alguna de esas cuatro fuerzas, la gravitatoria, la electromagnética y dos fuerzas que actúan solamente dentro del núcleo atómico, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil.
La materia sólo se puede definir por su actividad mediante esas cuatro fuerzas. Todo lo demás que nos parece obvio ―que la materia tiene que ser dura, impenetrable, localizada en un sitio, moviéndose poco a poco―, todo eso no es necesario para que haya materia. En física incluso tenemos la descripción de partículas elementales que no tienen carga eléctrica, ni masa ni tamaño. Mientras estás leyendo esto te están atravesando miles de neutrinos que vienen del sol.
Son partículas que atraviesan toda la Tierra sin enterarse ni de que está allí. Podría tener una pared de plomo sólido como de aquí a una estrella y el neutrino la atravesaría sin dificultad. De modo que, ¿qué es la materia? Para acabar de confundir nuestra idea de materia tal vez la ecuación más sorprendente de todas en la física moderna es la famosa ecuación de Einstein: E= m · c2 que significa: la energía es igual a una masa multiplicada por el cuadrado de la velocidad de la luz.
¿Qué quiere decir en la práctica esta ecuación? Que de pura energía se sintetizan partículas, y viceversa. ¿Qué clase de energía es esa que puede convertirse en partículas? Cualquiera. Imagínense que con una raqueta de tenis diese un golpe muy fuerte a la pelota y que de la energía del golpe se sintetiza una docena de pelotas, de modo que en lugar de rebotar una rebotan trece.
Les parecerá imposible, ¿cómo se van a sintetizar pelotas a base de un golpe? Esto ocurre, constantemente. Llegan del espacio partículas elementales con enorme energía que chocan con los átomos de la alta atmósfera y de la energía del impacto se sintetizan miles de partículas que llegan a la Tierra, y se recogen en un área de varios kilómetros cuadrados, entonces, ¿qué diferencia hay entre energía y partículas? Porque la gente dice: una cosa es la materia y otra la energía.
Pues no es así. Materia y energía no son dos realidades distintas, todo es materia. Son dos formas distintas de materia: partículas y energía, y son intercambiables completamente. Entonces, ¿qué es la materia? Si tenemos una manera de hablar, en física, que no es demostrable pero que abraza todas estas ideas, terminamos sugiriendo, no enseñando como cierto, pero sugiriendo, que hay una realidad básica que es lo que llamamos el vacío físico.
Esto es la realidad más básica. Si ese vacío físico tiene una distorsión extraña, muy concentrada, lo percibo como una partícula. Y si esa distorsión es más diluida, lo percibo como energía. Pero, últimamente, lo único que puedo decir de la materia en todas sus formas es que se ve afectada por alguna de esas cuatro fuerzas.
Fuente: P. Manuel Carreira, SJ, “La Resurrección desde la física cuántica“.
(Parte 6 de 10)