Tribuna

La libertad de prensa

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La libertad de prensa es tan importante que, además de tener un día en que se celebra internacionalmente, está reconocida por organismos internacionales y por las Constituciones de muchos países. También para evaluar la civilidad de un pueblo, de un gobierno, se acude a la mayor o menor libertad de prensa que desarrollen.



Se la considera un bien común y va unida a la libertad de expresión, entendida como la posibilidad de decir, contar lo que se piensa y siente de modo público y sin censura previa. La Unesco ve la libertad de prensa como un elemento básico para construir una paz sostenible. También destaca el respeto por los periodistas y los medios de comunicación que muchas veces son perseguidos, censurados, también domesticados con ideologías o comprados con publicidades.

Creo que garantizar la viabilidad económica de un medio de prensa es un canal importante de paz y amistad social, en la medida que dependan de las políticas públicas o de las inversiones privadas está amenazada y por qué no decir, esclavizada la libertad de prensa.

En tiempos de impacto de las redes sociales, la noticia es la tendencia de ellas, los seguidores, los amigos, los suscriptos. A este nivel se deben transparentar los objetivos de las empresas de internet que suelen manejar esas tendencias y a la prensa no le queda otra que rendirse a sus pies.

Libertad Prensa

Verdad y Libertad

Descriptos algunos mecanismos que transforman a la libertad de prensa en “libertad prensada”, paso a considerar a un gran actor de este sistema: el lector.

La libertad de prensa debe cuidar lo que se dice, pero es vano este cuidado si no se tiene en cuenta a quien recibe la noticia. Es un derecho personal, un bien común el recibir información veraz y confiable.

Así la libertad de prensa debe cuidar dos caras de una misma moneda, el emisor y el receptor. En múltiples situaciones se considera sólo al primero y en nombre de la libertad se generalizan opiniones parciales o tendencias momentáneas que atropellan el derecho del receptor a recibir noticas de calidad.

Tenemos el desafío de lograr una alfabetización mediática e informacional de todos para que se aprenda a reconocer y valorar, así como defender y exigir, una libertad de prensa en serio.

En épocas en que la mentira se ha institucionalizado y hecho cultura, no estaría mal que el periodismo, con su bandera de comunicar la verdad y respaldado por la libertad de prensa, sea cuidado por todos como un bien común.

El periodismo, la prensa, son llamados el cuarto poder y tiene sobradas anécdotas para considerarse así.

Tenemos claro que si no funcionan los poderes gubernamentales perdemos la libertad civil, ¿y si nos preguntamos qué libertad pierdo si pierdo la libertad de prensa?

Me parece que la libertad de pensar por sí mismo.

Es una cuestión delicada.