Tribuna

La parroquia y la autoridad deben ser sinfónicas

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“El párroco escucha al Pontífice, a los Dicasterios, a la Conferencia y al propio obispo; y también escuchamos al adulto, al matrimonio emproblemado, al adolescente y hasta al niño, ¿y al párroco quien lo escucha? ¡Gracias por escucharnos!”, fue el comentario en la sala de un párroco sinodal.



Estos días han sido de gran bendición y experiencia eclesial, empezando por la gran sorpresa y alegría de ser llamado al Encuentro Internacional de Párrocos por el Sínodo, efectuado del 28 de abril al 2 de mayo de 2024 en Roma.

Éramos casi 200 sacerdotes de casi 100 países diferentes, lo que hacía que fuera toda una experiencia con quien fuere que te toparas en la mesa redonda, en el pasillo o en la fila del café.

El ambiente era totalmente relajado, pues no era una reunión de diplomáticos, expertos o representantes de escuelas teológicas, sino ‘un montón’ de sacerdotes que vivimos el día a día de la experiencia de ser pastores, ministros, confidentes, paños de lágrimas. La misma forma de vestir y hablar nos delataban, y lo evidenció el padre danés sentado a la mesa conmigo cuando dijo: “a todos les sale una sonrisa al hablar de sus comunidades”.

Entendí con esta experiencia que lo que se desea no es ‘hacer democrático’ el magisterio o las perspectivas teológicas, sino ‘democratizar el caminar’, es decir, que el pueblo en todo lugar y en todo momento camine junto. Escuchándonos, viéndonos, llorando juntos y soñando juntos. Es saber escucharnos para tomar las decisiones pastorales de la parroquia, de la comunidad, del movimiento o de la congregación. Bien dijo el Papa el último día del encuentro: quien está en contra de la sinodalidad es porque no ha entendido qué es ni la sinodalidad ni la propia Iglesia.

Sacerdotes mexicanos en el Encuentro Internacional de Párrocos por el Sínodo

Sacerdotes mexicanos en el Encuentro Internacional de Párrocos por el Sínodo

Al final, tanto en un par de mesas de trabajo, así como también de los labios del Papa, se dijo que la parroquia y la autoridad debe ser sinfónica: se escucha, se dialoga y se hace entender. No hay que tener miedo a la sinodalidad, sino que todos tenemos que entender que la experiencia de Iglesia sea mística, el camino de una familia que se escucha y se convierte.

Que la parroquia seamos todos

Todos traíamos historias distintas, por lo que fuimos convocados. En lo personal fui invitado por el trabajo en una Parroquia Universitaria, donde sin dejar de ser comunidad parroquial existe un énfasis particular en los jóvenes universitarios. En mi parroquia, desde hace tres años empezamos a trabajar con el asesoramiento de Divine Renovation y también con el taller Alpha, los cuales han sido una oportunidad de sinodalidad tremenda.

Alpha porque es el instrumento de bienvenida y kerigmático perfecto para la escucha mutua, de fraternidad y acogida, y principalmente de avivamiento espiritual. Y Divine Renovation nos ha permitido no solo tener los dos consejos que el Derecho nos pide, es decir, de economía y de pastoral, sino uno tercer equipo, llamado ‘de Estrategia’.

Dicho Equipo de Estrategia nos ha permitido, primero, dejar que el Consejo de Pastoral funcione como una extensión de nuestro pastoreo, de la atención a los fieles y sentir con el pueblo, de buscar su salvación; segundo, ha hecho que dicho Equipo esté velando por cómo llevar una nueva cultura parroquial que parta de una visión parroquial y que todo se sintoniza con ella.

Ante el exceso de trabajo parroquial, los dos Consejos y el Equipo de Estrategia, funcionan verdaderamente como ejercicio de sinodalidad, casi no hay decisión y orientación que los sacerdotes no hagamos sin ellos, haciendo que la parroquia no seamos los sacerdotes, sino que la parroquia seamos todos.