Tribuna

La serenidad de monseñor Vallejo

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Antonio Pelayo, corresponsal de Vida Nueva en Roma ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma

Serenidad es la que aparenta monseñor Vallejo (que apareció en el aula con la cabeza casi rapada), pero uno no sabe si esta sensación es fruto de su inconsciencia. Sobre él pesan los cargos más graves de este juicio: haber creado dentro de la Prefectura para Asuntos Económicos de la Santa Sede un “sodalicio criminal” para la sustración y divulgación de documentos y noticias reservadas.

Es lo que el Papa definió como un delito y un acto deplorable. Nada menos.

En el nº 2.966 de Vida Nueva