A la hora de amplificar un entorno con una acústica difícil como un lugar de culto, los sacerdotes a menudo se sienten vulnerables, porque no tienen los conocimientos técnicos necesarios. La elección de un sistema de megafonía para iglesia adecuado es fundamental para el éxito de una homilía.
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Los sistemas de amplificación de voz y de megafonía Belltron son el resultado de una búsqueda constante para obtener productos de calidad que aseguran la más alta fiabilidad, inteligibilidad y reproducción de sonido natural en ambientes tan específicos.
Amplificadores de voz y música
Para obtener la mejor amplificación posible en vuestra iglesia son necesarias dos condiciones:
1) Un sistema estable. Esto supone: un posicionamiento correcto de los equipos de sonido, como altavoces en relación con los micrófonos; una correcta ecualización que reduzca las frecuencias de resonancia del sistema entorno-ambiente; el uso de dispositivos de anti-feedback.
2) El uso apropiado del sistema de megafonía en la iglesia. Esta es una condición bastante crítica en el contexto iglesia, ya que en casi todos los casos los usuarios del sistema se limitan a encenderlo esperando que esto funcione correctamente sin la necesidad de intervenir de ninguna manera.
Para hacer un buen uso y sacar mayor partido de los sistemas de sonido Belltron, la compañía ha proporcionado el sistema de ‘Preset’ personalizable para seleccionar, de forma rápida y sencilla, la ecualización audio adecuada a las circunstancias en función de la absorción del sonido en el ambiente (ej. iglesia llena o vacía) y diferentes timbres de voz del orador.
De este modo, presionando una tecla, los ajustes programados permiten que el usuario sea capaz de variar de forma automática, por ejemplo, el volumen total, sin que esta maniobra provoque la activación de feedback (retroalimentación acústica/ pitido).
En otras palabras, se pueden ajustar diferentes niveles de volumen que el sacerdote o el sacristán pueden elegir en función del grado de afluencia en la iglesia. La creencia común, equivocada, es que si hay más gente se necesita un volumen más alto. Teniendo en cuenta que la presencia de un mayor o menor número de personas influye también en la respuesta del ambiente (la llamada absorción acústica se debe al grado de afluencia en la iglesia), será necesario establecer diferentes ‘Preset’ para las distintas situaciones en las que esté el templo.
Ecualizador paramétrico para sistemas de megafonía
El espectro sonoro se suele dividir (arbitrariamente) en bajos, medios y agudos. Siempre se trata de aire en vibración que llega a nuestros tímpanos, pero sonidos de diferentes alturas difieren por frecuencia de oscilación. En general, un sonido es un conjunto de frecuencias sobrepuestas cuya amplitud y frecuencia relativas causan en nuestros cerebros diferentes sensaciones.
Hay varias situaciones en las que es deseable modificar el espectro sonoro atenuando o enfatizando algunas bandas de frecuencias. El ecualizador paramétrico Belltron amolda el sonido según las exigencias ambientales y del oyente para optimizar la calidad acústica.
Escuchar una voz o la música amplificada en una iglesia, inevitablemente, lleva a la exaltación de algunas frecuencias y la atenuación de otras. Los elementos del sistema de megafonía en una iglesia, si no son de excelente calidad, pueden contribuir a distorsionar el sonido con elementos no deseados.
Ha sido ideado entonces un circuito capaz de modificar la amplitud relativa de algunas bandas de frecuencias para obtener un sonido más limpio. Con el ecualizador paramétrico incorporado en el amplificador, se vuelve a emitir el sonido original para obtener una cierta linealidad en la reproducción. Es fácil entender lo fundamental que es contar con un buen amplificador y que esté diseñado específicamente para los lugares de culto.
Los amplificadores Belltron se calibran por el técnico durante la instalación a través de un programa específico que detecta las deficiencias, las reverberaciones y las resonancias del ambiente, y optimiza la inteligibilidad de la voz y de la música. Una vez programado el dispositivo, no hace falta volver a modificar los parámetros establecidos para aquel entorno ambiental.
Los micrófonos Belltron son ideales para las iglesias, oratorios, salas de conferencias, teatros. Para la liturgia es fundamental que los micrófonos cumplan con criterios muy específicos: la reproducción de alta calidad de voz y canto tienen que ser capaces de detectar la voz desde una distancia considerable, ser cuanto más insensibles al ‘feedback’ y tener un diseño esencial y elegante.
Belltron ofrece todas estas características y lo hace a través de una excelente variedad de micrófonos de altar, ambón, coro y grupos musicales, con y sin cables. Son especialmente aptos para entornos reverberantes ya que se caracterizan por un alto rechazo a los fenómenos de retroalimentación acústica. Los micrófonos Belltron se caracterizan por una respuesta en frecuencia lineal y una excepcional inteligibilidad de la voz, gracias a los innovadores interruptores para seleccionar dos curvas de respuesta: plana o con bajos atenuado. Las frecuencias muy bajas se filtran automáticamente para reducir eventuales ruidos transmitidos a través del púlpito.
Los altavoces Belltron son particularmente adecuados para la sonorización limpia y homogénea de la voz en ambientes con una acústica difícil, tales como teatros, salas de conferencias, y lugares de culto antiguos y modernos.
A lo largo de los años Belltron ha desarrollado productos cada vez más refinados y diferenciados para satisfacer necesidades y resolver problemáticas peculiares de lugares con una acústica compleja. Hay una variedad de modelos de columnas sonoras ideales para la sonorización de ambientes con reverberación, adecuados para la reproducción de voz y/o de la música, para hacer llegar con claridad la Palabra a todos los rincones de la iglesia. En cada modelo el diseño está pensado para que el impacto visual sea mínimo teniendo la posibilidad de personalizar colores y acabados según necesidades.
Las cuatro reglas para una perfecta megafonía en la iglesia
- Para obtener una acústica óptima en la iglesia es necesario elegir las herramientas adecuadas para este propósito. Un sistema de sonido se compone de varios elementos, los cuales no deben separarse los unos de los otros, lo que quiere decir que no se deben utilizar amplificadores de alta gama con cualquier micrófono y viceversa. Al ser posible, además, es recomendable utilizar elementos de la misma marca por tema de compatibilidad.
- Es necesario efectuar una evaluación del ambiente y según eso, escoger las columnas sonoras adecuadas, la cantidad que hay que utilizar y elegir su correcto posicionamiento. Un error muy común es decidir el número de altavoces en función del tamaño de la iglesia.
- Es necesario elegir un amplificador con mezclador y anti-feedback, adecuado a la cantidad de difusores y micrófonos que se van a instalar, para la regulación y control de los parámetros sobre cada uno de ellos: es muy importante gestionar los parámetros de una forma eficiente. Un error común es la elección de un amplificador genérico.
- Todo el material debe ser instalado por un profesional que tenga conocimiento sobre los equipos y así poder sacar lo máximo de ellos y exaltar las potencialidades del sistema de megafonía instalado. El error en el que se puede incurrir es el “hágalo usted mismo”.