ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
“La Santa Sede ha aceptado la dimisión de tan estrafalario obispo alemán y ha nombrado un administrador apostólico…”
El 20 de octubre del año pasado, Franz-Peter Tebartz-van Elst presentaba al Papa su dimisión como obispo de Limburgo, después del escándalo que habían provocado las noticias sobre las ingentes sumas de dinero que se habían gastado en la renovación de la residencia episcopal y el anejo centro diocesano St. Kikolaus.
Cinco meses después, la Santa Sede ha aceptado la dimisión de tan estrafalario obispo alemán y ha nombrado un administrador apostólico, reservándose el derecho de conceder al monseñor, “en tiempo oportuno, otro encargo”. Me pregunto cuál puede ser este. Propongo que se le otorguen vacaciones perpetuas, a sus expensas, naturalmente.
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En el nº 2.889 de Vida Nueva