ANTONIO PELAYO | Corresponsal de Vida Nueva en Roma
“Pedro López Quintana va a ocupar dentro de pocas semanas la Nunciatura Apostólica de Vilnius, en la República de Lituania…”
Pedro López Quintana va a ocupar dentro de pocas semanas la Nunciatura Apostólica de Vilnius, en la República de Lituania, responsabilidad para la que le ha llamado el papa Francisco.
Será la tercera nunciatura que los papas ponen en las manos de este monseñor español (nacido en Barbastro en 1953, pero aclimatado e incardinado en Santiago de Compostela); la primera fue Nueva Delhi, adonde le envió Juan Pablo II en 2003; seis años después, Benedicto XVI le trasladó a Ottawa, la capital de Canadá; y este 8 de marzo, el papa Francisco le ha nombrado su representante diplomático en Lituania. Por tanto, Asia, América y Europa, sucesivamente.
Si añadimos que sus primeros trabajos como diplomático vaticano los desempeñó en las nunciaturas de Madagascar y Filipinas, es fácil concluir que tiene conocimiento directo de la Iglesia en cuatro continentes. Período decisivo en su vida fueron, sin embargo, los cinco años –entre 1997 y 2002– como asesor para los Asuntos Generales en la Secretaría de Estado, cargo que hace el número cuatro en la estructura de gobierno de la Iglesia.
Su nombre circuló en su día como posible arzobispo de alguna diócesis española, pero los rumores no se confirmaron.
En el nº 2.886 de Vida Nueva
