Tribuna

Narcotráfico

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Es posible que 30 años atrás muchos colombianos no entendieran todavía el enorme peligro y los grandes males que acarreaba el narcotráfico.

El 1988 la Conferencia Episcopal produjo una exhortación pastoral que tuvo el carácter de una decidida convocatoria para salvar el país de esta plaga; pero este documento no tuvo mayor resonancia ni en las instancias gubernamentales ni en los medios de comunicación.

“No es fumigando y destruyendo cultivos

como se pone fin al problema, sino atacando

las raíces y las causas que lo generaron”

La historia y la experiencia de los años siguientes se encargaron de convencer a los más escépticos de la gravedad del problema: el país conoció el infierno de la violencia y la corrupción; el narcotráfico convirtió a la guerrilla en el primer cartel de la droga, alimentó a los paramilitares, implantó la mentalidad del dinero fácil, corrompió la política, se incrustó en las instituciones, desplazó las gentes del campo a la ciudad y segó la vida de miles de ciudadanos indefensos.

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