Tribuna

No bastan las promesas

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Ante la COP28, queremos unirnos a las esperanzas de los habitantes de este planeta Tierra que están sufriendo las consecuencias del calentamiento global y que ponen sus ojos en los que, reunidos en Dubái estos días, tienen la responsabilidad de, más que pensar en sus intereses, hacerlo en la supervivencia de la humanidad.



Para preparar la cita, la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) se reunió días antes en Florencia, en la Amazonía colombiana, para celebrar nuestro anual Comité Ampliado. El encuentro se cerró con la carta ‘Ante los gritos de la Amazonía’, en la que hacíamos nuestras estas palabras de Francisco en ‘Laudate Deum’: “¡Nuestra respuesta debe ser drástica, intensa y con el compromiso de todos y todas!”.

La agonía del bioma

Profundamente dolidos por la agonía de este bioma y conscientes de su importancia para el planeta, manifestábamos nuestra preocupación frente a la crisis climática, que se traduce en las olas de calor inusual y en la fuerte sequía, con niveles nunca registrados en ríos y lagos, afectando a miles de personas en su salud y alimentación. También señalamos nuestra gran preocupación por el extractivismo y la deforestación acelerada, que se dan en la Amazonía con concesiones de explotación petrolera y minera sin respetar las leyes de consulta previa, libre e informada a los pueblos.

Frente a esta emergencia, urge la implementación de un plan de acción integral de protección y defensa de la Panamazonía, con un compromiso serio de los poderes públicos y la sociedad civil para prevenir de las catástrofes naturales y revertir la situación en la que vive nuestro planeta.

indígenas aztecas Latinoamérica en una marcha contra el cambio climático en Washington

Gobernanza global

Desde la REPAM nos unimos al llamado del papa Francisco por una gobernanza global en tiempos de crisis climática, exigiendo que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima asuma decisiones eficientes, obligatorias y que se puedan monitorear.

En Laudato si’, publicada por Francisco en 2015, los gobiernos del mundo pudieron encontrar cuestionamientos irrevocables sobre la necesidad de aplicar una ecología integral como salida a la problemática mundial que sufre nuestro planeta. Ahora, con Laudate Deum, donde reitera la emergencia climática a la que nos enfrentamos, el Papa señala cómo la Creación está siendo crucificada hoy, mientras políticos, empresarios y personas de Iglesia no actúan.

Despierta, humanidad

Con esta exhortación apostólica, el Papa nos pone en alerta: “Despierta, humanidad, tu casa está ardiendo. Corre para apagarla”. Bergoglio nos invita a levantar la voz, una vez más, con dimensión profética: “No podrán decir: ‘No nos dijeron lo que teníamos que hacer para evitar lo que viene’. Los signos del cambio climático, por más que se pretendan negar, esconder o relativizar, están ahí, cada vez más patentes. (…) Es verificable que determinados cambios en el clima son provocados por la humanidad y aumentan la temperatura global”. Si llegamos a un punto crítico de no retorno, ya será tarde para regresar.

Por ello, la COP28 debe ser una esperanza, especialmente para los más pobres. El Papa nos recuerda que la crisis climática no puede resolverse a expensas de las poblaciones que históricamente han sido excluidas y explotadas por estructuras económicas mundiales. No se puede permitir que la dinámica de una economía injusta, basada en el extractivismo y a costa de los pueblos marginados, colonice incluso la atmósfera.

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