En muchas parroquias se puede ver una imagen de San Antonio, con dos símbolos: un lirio, que significa la pureza, y portando en brazos al Niño Jesús, lo cual hace referencia a una aparición que tuvo mientras oraba… Por cierto, era muy devoto del Niño Jesús, como lo era San Francisco…
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También solemos encontrar la imagen acompañada de un cepillo, para poner limosnas con la expresión ‘Pan de San Antonio o Pan de los Pobres’, pues todo se dedica a la alimentación de los más necesitados, en conmemoración a una de las primeras obras de caridad organizadas en la Iglesia. Pero…
¿Quién fue San Antonio en vida?
San Antonio de Padua se llamaba Fernando y nació en Lisboa. Era el mayor de los hermanos de una ilustre familia portuguesa. Su familia le tenía preparado un brillante porvenir, pero por amor a Jesucristo prefirió entrar en los agustinos y, más tarde, inspirado por el ejemplo del martirio de unos franciscanos en África y, atraído por la vida evangélica que trataban de seguir aquellos frailes, decidió hacerse franciscano tomando el nombre de Antonio, en la más pobre y humilde Orden religiosa del momento.
Destacó pronto en la Orden por su elocuencia y su saber teológico, pero sobre todo por su vida dedicada a la predicación y su amor a los pobres. Llegó a conocer a San Francisco de Asís en el llamado Concilio franciscano de las esteras, al juntarse 3 000 frailes en Asís muchos debieron dormir sobre esteras. Siempre obedecía a sus superiores en aquello que le encargaban, ya fuera predicar, dar clases, acudir a distintos lugares, servir a los pobres, ser custodio del convento… no le importaba si era más o menos ‘distinguido’ el encargo.
San Antonio de Padua. Foto: Hozana
En otras palabras, San Antonio es un Santo que, además de ser testimonio vivo de humildad y disposición, también se caracterizó por su deseo de ayudar y servir, lo cual es una razón suficiente para pedir su intercesión…
¿Por qué rezar a San Antonio?
San Antonio es un santo muy querido, que goza de una fuerte devoción popular, debido a sus virtudes casamenteras y halladora de objetos perdidos, sin olvidar sus virtudes como taumaturgo, es decir, como santo milagrero… Por cierto, entre sus muchos milagros se cuenta que un día repartió todo el pan del convento a los pobres, pues acudieron muchos a pedir, sus hermanos frailes le pidieron explicaciones pues habían visto las cestas vacías, San Antonio les dijo que volvieran a mirar, así lo hicieron y todos los cestos estaban de nuevo llenos de pan. Tal vez de aquí venga que se le invoque como intercesor para recuperar lo que uno ha perdido.
¿Es este tu caso? ¿Qué has perdido? No importa si es algo material o algo espiritual. Puedes pedirle a San Antonio que interceda por ti para recuperarlo. Recordemos que San Antonio llevó a la práctica la frase de la Escritura que aparece en la Epístola de Santiago 2, 14 «¿De qué sirve, hermanos míos, que alguien diga: “Tengo fe”, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarle la fe?». Por eso podemos esperar de su poderosa intercesión que cubra todo tipo de necesidades que tengamos, recordando que él tiene poder para encontrar la paz y la devoción en la vida de las personas.
Para facilitarte este encuentro con Jesucristo a través de San Antonio de Padua, Hozana, red social de oración católica, te invita a participar, de forma completamente gratuita, en la novena ¡9 días para encontrar lo perdido con San Antonio de Padua y profundizar la raíz de nuestra fe!
También puedes dejar tus peticiones a San Antonio, en esta página que ha sido especialmente creada, para que recibas apoyo en oración.
¡No dudes más y toma la mano de San Antonio, pidiéndole la gracia de profundizar en la raíz de nuestra vida cristiana, y de hallar lo perdido, material o espiritualmente!…
En este enlace puedes inscribirte en la novena.
En este enlace puedes escribir tu intención a San Antonio.
*Redactado por Pepe Pérez del equipo Hozana
Artículo en colaboración con Hozana.
